La falta de lluvias y el aumento exponencial del consumo durante el verano han contribuido a que las reservas de agua del embalse de Baíña, fuente principal de abastecimiento en Baiona, haya caído del 80,7 por ciento que registraba a principios de julio hasta un preocupante 27 por ciento, que solo permite garantizar el suministro durante un mes, según indicaron técnicos de la empresa Espina & Delfín, responsable del servicio,al Ayuntamiento.

Ante esta situación,el gobierno local pone ahora en marcha una campaña para promover un"consumo moderado y responsable" entre los vecinos para evitar"el recurso extremo de restringir el abastecimiento" en las próximas semanas.

Así,entre las recomendaciones a los vecinos el Ayuntamiento destaca la reducción "al mínimo" del riego de jardines y del baldeo de zonas cementadas o empedradas. También propone consejos más domésticos para reducir el consumo, como la utilización de lavadoras y lavavajillas a plena carga,sustituir el baño por duchas cortas o cerrar los grifos cuando el agua sea innecesaria durante las tareas de higiene personal, entre otros.

En todo caso,el Concello ya ha previsto una alternativa de suministro ante la posible falta de precipitaciones suficientes durante el mes de septiembre.Desde el gobierno municipal cuentan con activar la conexión con el embalse de Zamáns en la primera semana de octubre.

Para garantizar la aplicación de esta medida provisional -con la que se restablecería el suministro, aunque con restricciones- el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuiña, ya se ha puesto en contacto con el Concello de Nigrán (municipio a través del que se realiza el enganche) y ha iniciado gestiones con el organismo Augas de Galicia.

La preocupante reducción de la cota del embalse de Baíña se ha vuelto a producir este verano a pesar de la ampliación del vaso que hace unos años ejecutó la Xunta de Galicia y que permitió aumentar su capacidad total en un 20 por ciento, hasta los 0,59 hectómetros cúbicos.

La situación de Baiona ya la han vivido antes algunas traídas vecinales de la comarca,que establecieron restricciones en agosto ante la falta de lluvias. Los mayores problemas se registraron en la parroquia gondomareña de Borreiros y en la baionesa de Baredo,donde unos 600 vecinos sufrieron cortes durante la noche para que sus depósitos recuperasen el caudal necesario para las horas diurnas. Aunque no aumentarán la capacidad del embalse, la Consellería de Medio Ambiente ha previsto ejecutar obras en la presa de Baíña , por importe de 1,5 millones de euros, para mejorar su operatividad.

Los trabajos que se acometerán, que la Xunta ya ha adjudicado, incluyen la instalación de un nuevo cierre perimetral para garantizar una mayor seguridad de la planta. Se rehabilitará también el edificio de control y las galerías que dan acceso a las diferentes instalaciones.

También se dotará a la presa de una nueva estación meteorológica y un sistema de detección de filtraciones y de medición de niveles. Se reformarán asimismo los desagües de la presa, la red de suministro eléctrico y el alumbrado exterior.

El embalse de Baíña se construyó hace veinticinco años y solo ha sido sometido a reformas puntuales, como la ampliación de la que fue objeto hace unos años.