The water transfers of the Castril river start again between protests

Tue, 24/08/2010

Ideal

Ciudadanos e integrantes de la Plataforma por la Defensa del río Castril, de la provincia de Granada, se concentraron ayer lunes en las inmediaciones de la aldea de los Laneros en protesta por la reanudación de los trabajos del trasvase a Baza por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

La reanudación del proyecto se produce después de que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 4 de Granada suspendiera el decreto de paralización aprobado en su día por el Ayuntamiento de Cortes de Baza por considerar que las obras y las expropiaciones derivadas de las mismas «eran ilegales».

Los integrantes de la plataforma protagonista de la protesta mantuvieron esta misma postura, al considerar que la paralización municipal se basó en la sentencia del Tribunal Supremo que ratifica la nulidad del Real Decreto de Sequía que justificaba, entre otras medidas, el trasvase a Baza, según relató el presidente de la Plataforma por la Defensa del río Castril, Miguel Ortiz.

Por ello, antes de la concentración llevada a cabo en la aldea de Laneros, la plataforma envió a los responsables de la empresa constructora y al director técnico de las obras de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir un escrito dándole conocimiento de la anulación del citado Real Decreto de Sequía que habilitaba jurídicamente las obras, y «recordándole que la continuidad de las mismas puede suponer un delito por la vía de hecho, del cual serán responsables las administraciones implicadas que permitan su continuidad y los ayuntamientos por los que discurren las obras». De esta manera, la plataforma ha vuelto a reclamar la paralización definitiva de las obras del trasvase a Baza y la búsqueda de una solución entre todas las partes implicadas para el abastecimiento de agua esta la comarca del noreste granadino. Concretamente, apuesta por retomar «el proyecto que en su día realizó la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir» para captar las aguas desde la desembocadura del río Castril y poder usar infraestructuras ya existentes, para así no dañar el medio.