Fishermen of the Mandeo denounce that the mini-power stations "left without water" the river

Sat, 21/08/2010

La Opinión. A Coruña

Los pescadores del Mandeo advierten de que el río "apenas lleva agua" y culpan de la situación a las minicentrales hidroeléctricas de Paderne y Aranga. De hecho, la Consellería do Medio Rural ha decretado la veda en el lugar de A Ínsua, en un tramo del río situado entre Coirós y Paderne, en el coto de pesca de Chelo.

El departamento autonómico decreta la veda temporal a petición de la sociedad de pesca Río Mandeo y hasta el inicio, en mayo de 2011, de la nueva temporada de pesca. Lo hace porque los salmones no pueden migrar agua arriba debido a "las actuales condiciones ambientales del río", según el anuncio publicado ayer en el Diario Oficial de Galicia (DOG).

Los pescadores hacen hincapié en que "donde antes había tres metros de agua ahora no hay ni 40 centímetros" y advierten de que también hay un molino que lleva años sin funcionar, pero que canaliza parte del agua para devolverla, sin pasar por la rueda, unos metros más abajo. "Si esa agua bajase por la escala salmonera los ejemplares soltados en A Ínsua podrían remontar el río, pero no es así", comenta Alfredo Maceiras, de la sociedad de pesca Río Mandeo. Maceiras considera que las minicentrales, "sobre todo la de As Xelas, situada aguas arriba del coto de Chelo", no deberían funcionar en verano. "No crean puestos de trabajo y sólo sirven para que unos cuantos señores se lucren, cuando se podía llegar a un acuerdo por ambas partes", destaca. Otro pescador que prefiere no dar su nombre advierte de que la veda decretada "no logra nada". "Hacen falta medidas más drásticas, la poca agua que lleva el río se queda sin oxígeno y los salmones necesitan caudal, corrientes. ¿Qué logran con vedar la pesca en 300 metros, cuando la situación se da en un tramo de entre nueve y 12 kilómetros", explica. Alerta, además, de que los salmones son ahora "muy visibles para los furtivos" y de que muchas de las presas creadas para el salmón, como la de Meixón y Pena da Cabra, "llevan años rotas".