The Gipuzkoa's rivers are free of the zebra mussel plague
Tue, 17/08/2010
Los últimos muestreos llevados a cabo por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) en Gipuzkoa no han arrojado rastro alguno de la presencia de larvas de mejillón cebra. No hay de qué alarmarse, aunque tampoco se puede bajar la guardia en la prevención. No en vano, hace apenas tres años, en agosto de 2007, los mismos análisis detectaron la presencia de larvas en el embalse de Lareo, en Ataun. Felizmente, los posteriores análisis descartaron una población estable del bivalvo en el embalse ataundarra. Todo quedó en una falsa alarma.
Durante el pasado mes de julio, los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico llevaron a cabo muestreos en siete puntos de Gipuzkoa y en todos ellos el resultado arrojado fue negativo. En concreto, se tomaron muestras en los embalses de San Antón Endara, Añarbe, Lareo y Arriarán, así como en tres azudes en Legorreta, Araxes y Andoain.
Los técnicos también tomaron muestras en decenas de ríos y embalses de Navarra, Vizcaya, Cantabria, Asturias y Galicia. En todos ellos, los resultados fueron también negativos.
Los muestreos llevados a cabo en julio forman parte de la batería de medidas que la CHC lleva a cabo desde 2006 para frenar o impedir que el mejillón cebra llegue a los ríos de la cuenca cantábrica. Entre otras acciones, según fuentes de la CHC, se ha impartido una formación especial en la materia a la guardería fluvial, se ha editado material divulgativo, se toma parte en comisiones de seguimiento y se ha creado una estación de filtrado en el embalse del Ebro.
Cualquier arma es poca para hacer frente a esta especie invasora. El mejillón cebra es un molusco bivalvo fácilmente identificable por las bandas claras y oscuras de su concha, que dan origen a su nombre común.
La primera detección de esta especie en el Estado fue en 2001, en el Bajo Ebro. Actualmente, existe una población estable de Dreissena polymorpha en el Ebro, Júcar y Segura, donde ocasiona pérdidas millonarias para las infraestructuras hidráulicas, además de consecuencias desastrosas para las especies propias de estas cuencas.
«La prevención es el principal arma para evitar en lo posible la introducción de esta especie en los ríos del Norte», señalan desde la CHC. Las cifras hablan pos sí solas: el mejillón cebra tiene una vida media de tres años y las hembras pueden producir un millón de huevos al año, en condiciones aceptables. Su presencia obtura tuberías, contamina aguas, inutiliza zonas de Recogida de muestras en el embalse de Lareo.
Mientras las cuencas de la Confederación Hidrográfica del Norte siguen limpias, la plaga de mejillón cebra se mantiene estable en el Ebro. En los últimos muestreos llevados a cabo no se han localizado larvas en nuevas ubicaciones. Este año se han detectado siete puntos con mejillón cebra, que la especie ya había colonizado el año pasado. Mejillón cebra: Es la principal amenaza de las cuencas fluviales del Estado. Es un molusco bivalvo que coloniza las cuencas del Ebro, Júcar y Segura, donde causas pérdidas millonarias. Gipuzkoa, libre: Los muestreos realizados en los embalses de San Antón, Añarbe, Lareo y Arriarán y entres azudes de Legorreta, Araxes y Andoain no han encontrado larvas del mejillón cebra.
Durante el pasado mes de julio, los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico llevaron a cabo muestreos en siete puntos de Gipuzkoa y en todos ellos el resultado arrojado fue negativo. En concreto, se tomaron muestras en los embalses de San Antón Endara, Añarbe, Lareo y Arriarán, así como en tres azudes en Legorreta, Araxes y Andoain.
Los técnicos también tomaron muestras en decenas de ríos y embalses de Navarra, Vizcaya, Cantabria, Asturias y Galicia. En todos ellos, los resultados fueron también negativos.
Los muestreos llevados a cabo en julio forman parte de la batería de medidas que la CHC lleva a cabo desde 2006 para frenar o impedir que el mejillón cebra llegue a los ríos de la cuenca cantábrica. Entre otras acciones, según fuentes de la CHC, se ha impartido una formación especial en la materia a la guardería fluvial, se ha editado material divulgativo, se toma parte en comisiones de seguimiento y se ha creado una estación de filtrado en el embalse del Ebro.
Cualquier arma es poca para hacer frente a esta especie invasora. El mejillón cebra es un molusco bivalvo fácilmente identificable por las bandas claras y oscuras de su concha, que dan origen a su nombre común.
La primera detección de esta especie en el Estado fue en 2001, en el Bajo Ebro. Actualmente, existe una población estable de Dreissena polymorpha en el Ebro, Júcar y Segura, donde ocasiona pérdidas millonarias para las infraestructuras hidráulicas, además de consecuencias desastrosas para las especies propias de estas cuencas.
«La prevención es el principal arma para evitar en lo posible la introducción de esta especie en los ríos del Norte», señalan desde la CHC. Las cifras hablan pos sí solas: el mejillón cebra tiene una vida media de tres años y las hembras pueden producir un millón de huevos al año, en condiciones aceptables. Su presencia obtura tuberías, contamina aguas, inutiliza zonas de Recogida de muestras en el embalse de Lareo.
Mientras las cuencas de la Confederación Hidrográfica del Norte siguen limpias, la plaga de mejillón cebra se mantiene estable en el Ebro. En los últimos muestreos llevados a cabo no se han localizado larvas en nuevas ubicaciones. Este año se han detectado siete puntos con mejillón cebra, que la especie ya había colonizado el año pasado. Mejillón cebra: Es la principal amenaza de las cuencas fluviales del Estado. Es un molusco bivalvo que coloniza las cuencas del Ebro, Júcar y Segura, donde causas pérdidas millonarias. Gipuzkoa, libre: Los muestreos realizados en los embalses de San Antón, Añarbe, Lareo y Arriarán y entres azudes de Legorreta, Araxes y Andoain no han encontrado larvas del mejillón cebra.