The banks of the Ebro river is the zone with less rains of Spain this year
Fri, 13/08/2010
La ribera del Ebro a su paso por Aragón es este año la zona de España en la que menos lluvias se han registrado. Y es la única zona de todo el territorio estatal en la que las precipitaciones se sitúan en niveles propios de un desierto.
Los gráficos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) dibujan una franja de varias decenas de kilómetros a ambos lados del cauce del Ebro --ligeramente más ancha hacia el norte-- en la que los pluviómetros han recogido en lo que va de año agrícola --comienza el 1 de septiembre-- entre 200 y 300 litros por metro cuadrado. Es más de lo que cae en Kalahari (África), donde la pluviometría se sitúa en el entorno de los 175 litros anuales, pero revela que amplias zonas de Aragón han recibido en lo que va de año hidrológico --desde el 1 de septiembre-- menos precipitaciones que los desiertos de Mojave (Nevada) o el área de Tucson (Arizona), donde cada año se recogen, respectivamente, unos 250 y unos 300.
Los mapas indican también que la precipitación acumulada en todo el tercio central de la comunidad no ha superado los 400 litros por metro cuadrado en once meses y medio, situación que únicamente se da en una estrecha franja que recorre el oeste de Alicante, el centro de Murcia y el este de Almería.
El resto de la comunidad arroja niveles de precipitación más elevados, de entre 400 y 700 litros por metro cuadrado, mientras muchas zonas del Pirineo superan los 1.000. De hecho, las lluvias superan los registros habituales en un año medio.
Con la excepción de una franja de varios kilómetros en el Pirineo, la reserva de humedad en el suelo es cero, situación que, a día de hoy se da en más del 95% del territorio de España. Sí quedan, por el contrario, grandes reservas en algunas zonas de alta montaña como la Ribagorza y las cabeceras de los ríos Aragón y Gállego.
Por otra parte, el portavoz de la Aemet, Ángel Rivera, explicó ayer que, "según se había predicho", este es un verano muy seco y con muy pocas tormentas. No obstante, anotó que en buena parte del territorio estatal se está "viviendo de las rentas de las grandes precipitaciones acumuladas durante todo el invierno".
A nivel estatal, y previsiblemente, el presente será el segundo año hidrológico --1 de octubre a 30 de setiembre-- de la década que cierre con registros normales, bien con ligero déficit o bien con ligero superávit, después del 2006-2007, aunque se mantendrá por debajo del mismo.
Los gráficos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) dibujan una franja de varias decenas de kilómetros a ambos lados del cauce del Ebro --ligeramente más ancha hacia el norte-- en la que los pluviómetros han recogido en lo que va de año agrícola --comienza el 1 de septiembre-- entre 200 y 300 litros por metro cuadrado. Es más de lo que cae en Kalahari (África), donde la pluviometría se sitúa en el entorno de los 175 litros anuales, pero revela que amplias zonas de Aragón han recibido en lo que va de año hidrológico --desde el 1 de septiembre-- menos precipitaciones que los desiertos de Mojave (Nevada) o el área de Tucson (Arizona), donde cada año se recogen, respectivamente, unos 250 y unos 300.
Los mapas indican también que la precipitación acumulada en todo el tercio central de la comunidad no ha superado los 400 litros por metro cuadrado en once meses y medio, situación que únicamente se da en una estrecha franja que recorre el oeste de Alicante, el centro de Murcia y el este de Almería.
El resto de la comunidad arroja niveles de precipitación más elevados, de entre 400 y 700 litros por metro cuadrado, mientras muchas zonas del Pirineo superan los 1.000. De hecho, las lluvias superan los registros habituales en un año medio.
Con la excepción de una franja de varios kilómetros en el Pirineo, la reserva de humedad en el suelo es cero, situación que, a día de hoy se da en más del 95% del territorio de España. Sí quedan, por el contrario, grandes reservas en algunas zonas de alta montaña como la Ribagorza y las cabeceras de los ríos Aragón y Gállego.
Por otra parte, el portavoz de la Aemet, Ángel Rivera, explicó ayer que, "según se había predicho", este es un verano muy seco y con muy pocas tormentas. No obstante, anotó que en buena parte del territorio estatal se está "viviendo de las rentas de las grandes precipitaciones acumuladas durante todo el invierno".
A nivel estatal, y previsiblemente, el presente será el segundo año hidrológico --1 de octubre a 30 de setiembre-- de la década que cierre con registros normales, bien con ligero déficit o bien con ligero superávit, después del 2006-2007, aunque se mantendrá por debajo del mismo.