Alert in Pakistan by the cracks in dams by water pressure

Mon, 09/08/2010

Diario de Navarra

Las inundaciones, que han dejado atrás una dramática situación sanitaria en el norte de Pakistán con miles de casos de diarrea o infecciones de la piel, anegaron ayer cientos de pueblos en el sur paquistaní tras agrietar dos importantes presas.

"La situación sanitaria es muy peligrosa. La mayoría de los afectados sigue sin recibir atención médica días después" del inicio de la crisis, explicó el subdirector de Salud de la Media Luna Roja en Pakistán, Irfan Ullah.
Este y otros organismos humanitarios han desplegado unidades médicas en varias de las zonas damnificadas por las peores inundaciones de los últimos ochenta años, que han golpeado especialmente a la provincia noroccidental de Khyber-Pakhtunkhwa.
Según datos facilitados por Ullah, de 15.000 pacientes tratados por sus equipos, la mayoría padecían diarrea, sarna u otro tipo de enfermedades de la piel.
Pero estas cifras son sólo la punta del iceberg en un paisaje desolador en el que las aguas han destruido viviendas, puentes y también muchos centros médicos situados en los bancos de los ríos.
Hasta 600.000 personas están bloqueadas en el noroeste y prácticamente sólo son accesibles a través de helicópteros o barcos.

Corte de comunicaciones

"El mayor problema al que nos estamos enfrentando es la destrucción de infraestructuras. Sólo en el valle de Swat (norte) unos 60 puentes se han derrumbado. La asistencia no llega", amplió a el portavoz en el país surasiático del comité internacional de la Cruz Roja, Michael O"Bryan.
Esta fuente explicó que "las inundaciones han contaminado el agua en amplias zonas", por lo que "se ha puesto en marcha un mecanismo para garantizar que, si hay brotes de enfermedades, podamos afrontarlos".
O"Bryan descartó que hayan aparecido ya brotes de cólera -algo de lo que habían informado otras fuentes humanitarias-, y matizó que se trata hasta la fecha de diarreas menores, problemas gástricos o de la piel, algo -dijo- "habitual" en este tipo de catástrofes.
Las lluvias monzónicas que dejaron atrás este dramático escenario están haciendo subir ahora el caudal del río Indo.

Pueblos inundados

"La situación continúa empeorando en la provincia de Sindh (sur). Muchas zonas se han inundado total o parcialmente. Calculamos que en las últimas horas entre 330 y 340 poblaciones han quedado anegadas por el agua", explicó Kamal, un portavoz de la oficina de Gestión de Desastres.
Dos importantes presas en el tercio central de la región, las de Guddu y Sukkur, se empezaron a agrietar tras superar el límite de su capacidad y durante la jornada varios diques del sistema fluvial de Sindh registraron también grietas. "Esperamos que la presa de Guddu pueda aguantar, pero es probable que tengamos que romper algún dique o canal. Esto afectará a algunas zonas pero permitirá que salvemos la mayor parte de la infraestructura", expuso Kamal.
Agregó que los caudales del mismo Indo y de un afluente, el Chenab, son tan grandes que continúan las evacuaciones. Son ya medio millón de personas pero la cifra seguirá aumentando.

Peligro inminente

"Imploro a la gente que abandone las zonas" bajo amenaza, suplicó ayer el primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, tras supervisar las tareas de asistencia a los damnificados en el distrito de Sukkur, en Sindh.
Guilani, que admitió que la crisis "ha sobrepasado la capacidad" de las autoridades, calificó la catástrofe como "mayor que el terremoto de 2005" en la región norteña de Cachemira y pidió ayuda a la comunidad internacional. Son ya 1.600 muertos desde finales de julio y 12 millones de damnificados.