El planteamiento del Gobierno de Castilla-La Mancha en la futura revisión de las normas de
explotación del trasvase es que la cuenca del Segura no necesita más de 120 hectómetros cúbicos de agua del Tajo al año en base a los datos y la "experiencia" acumulados de los últimos años.

El consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingarrón, ha explicado hoy, en rueda de prensa, la importancia que supone revisar las normas de explotación del
trasvase y el cambio que se introduce al tener que justificar, en adelante, el uso que se hará del agua trasvasado.

De cara a esta revisión, la Junta "exigirá" que el agua del Tajo "se regule y embalse" en los pantanos de cabecera, que haya una lámina de agua superior a la actual en los embalses de cabecera y que no se necesitará trasvasar más de 120 hectómetros cúbicos al año.

La experiencia acumulada indica que la media trasvasada en los últimos años es de 300 hectómetros cúbicos, de lo que habría que restar los 180 hectómetros cúbicos que pueden aportar las seis plantas desalinizadores existentes.

En base a estos datos, no se necesitaría "nunca" más de 120 hectómetros cúbicos de agua al año, ha dicho Sánchez Pingarrón añadiendo la frase que suele utilizar el presidente de la Junta:
"agua para todos sí, agua para todo no".

En opinión del consejero, la decisión de la Comisión Central de Explotación del acueducto Tajo-Segura de revisar las normas de explotación del trasvase "marcará un antes y un después" en el trasvase.