El consejo de administración de la Agencia Catalana del Agua (ACA) ha aprobado el acuerdo con Repsol destinado al establecimiento de unos caudales ambientales en el tramo bajo del río Gaià.

Según el Departamento de Medio Ambiente, el establecimiento de estos caudales de mantenimiento en el tramo final del río Gaià hará posible una correcta ordenación de los usos y los hará compatibles con la conservación y el mantenimiento de una buena calidad ambiental.

El acuerdo también permitirá la rehabilitación ambiental del tramo final del río Gaià, que desde la entrada en funcionamiento de la presa del Catllar, en septiembre de 1977, ha sufrido una reducción de su caudal de mantenimiento.

En este acuerdo se propone la implantación de un modelo de gestión del pantano basado en el aprovechamiento de su capacidad de almacenamiento de manera más eficiente, que prevé la continuación de la explotación de los recursos hídricos desde el pantano por parte de los concesionarios actuales.

Por encima de una cota determinada en el embalse, el acuerdo hace compatible la explotación de sus recursos hídricos por parte de los concesionarios actuales con la liberación aguas abajo de caudales de mantenimiento.

Por debajo de esta cota de gestión, establece que los volúmenes almacenados serán preservados para el uso de los regantes y como reserva estratégica para Repsol.

El régimen de caudales máximos de mantenimiento a liberar variará entre los 90 litros por segundo los meses de verano y los 124 litros por segundo el resto del año, siempre y cuando aguas arriba del embalse haya aportaciones de agua de manera natural.

Repsol, que continuará haciéndose cargo de los gastos de operación y de mantenimiento del embalse, asumirá también los costes económicos de las obras necesarias para la liberación del caudal ambiental.

Por su parte, la Agencia Catalana del Agua sustituirá la reducción del aprovechamiento de agua del embalse del Catllar con la aportación de agua regenerada proveniente de la depuradora de Vila-seca-Salou y Tarragona.

Las necesidades hídricas de Repsol y, por lo tanto, el importante consumo que hará de esta agua, serán "básicas" para el funcionamiento regular de la planta de tratamiento terciario que se construye en la depuradora de Vila-seca y Tarragona, que forma parte de los trabajos que actualmente desarrolla el ACA para hacer posible el uso de agua regenerada en las industrias químicas del Camp de Tarragona.

Está previsto que los trabajos, con un presupuesto próximo a los 42 millones de euros, acaben a finales de año.