First studied bacterial diversity Daimiel Tables
Tue, 06/07/2010
Investigadores de la Universidad de Valencia (UV) y del CIBER en Epidemiología y Salud Pública han estudiado la estructura de la comunidad bacteriana de cuatro tipos de ambientes en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real): el acuático, el sedimento de los primeros centímetros que corresponde a la interfase agua-sedimento (sedimento superficial), el sedimento más profundo (sedimento inferior), y las biopelículas que crecen en las zonas fronterizas entre el agua y el suelo no inundado.
“Este humedal semiárido alberga una alta diversidad de grupos bacterianos y los valores de dominancia son relativamente bajos, lo que indica un buen reparto entre los distintos grupos taxonómicos encontrados”, informa a SINC Giuseppe D’Auria, autor principal del trabajo e investigador en el Instituto Cavanilles para la Biodiversidad y la Biología Evolutiva de la UV.
Según el estudio que ha publicado la revista Aquatic Microbial Ecology, los cuatro ambientes estudiados muestran semejanzas y diferencias: “la muestra de agua es más parecida a la de interfase entre agua y sedimento (sedimento superior), y la muestra de la biopelícula se asemeja más a la del sedimento más profundo”.
Los resultados muestran además un alto número de secuencias todavía desconocidas que se han encontrado en todas las muestras analizadas, lo que hace de las Tablas de Daimiel “un reservorio de biodiversidad bacteriana y de importancia clave en el mantenimiento de la misma”, apunta el científico.
Más de 265 nuevos filogrupos
Los investigadores extrajeron el ADN total contenido en las muestras. Con las técnicas de la biología molecular han obtenido las secuencias de ADN de un gen bacteriano llamado 16S, que representa una especie de firma o etiqueta de cada bacteria. “El análisis bioinformático ha permitido dibujar perfiles de las distribuciones bacterianas en cada ambiente estudiado”, explica D’Auria.
Al comparar las secuencias encontradas con las de las bases de datos mundiales de diversidad bacteriana, el equipo logró ver secuencias todavía desconocidas para la ciencia y descubrió más de 265 nuevos filogrupos. “La mayoría de los filogrupos encontrados estaban relacionados con el gran grupo de las Proteobacterias. “Éstas se han encontrado en cantidades progresivamente menores en la muestras de sedimento inferior, biopelículas, agua y sedimento superior”, recalca el científico.
Las cianobacterias, que realizan fotosíntesis idéntica a la de las microalgas y plantas superiores, se han encontrado sobre todo en la muestra de sedimento superficial, en la interfase con la columna de agua.
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel sufre continuas agresiones en materia de disponibilidad de agua y calidad de la misma, relacionadas principalmente con el uso agrícola de las tierras de sus alrededores. No obstante, a pesar de ello, en este humedal semiárido vive una gran variedad de plantas, animales terrestres, acuáticos, y microorganismos.
Por su gran valor ecológico fue declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en 1979 e incluido en la lista de humedales de importancia internacional en 1982. El equipo de investigación considera “de vital importancia” conseguir que esta zona “no deje de ser el humedal que un día fue, una cuna de biodiversidad”.
“Este humedal semiárido alberga una alta diversidad de grupos bacterianos y los valores de dominancia son relativamente bajos, lo que indica un buen reparto entre los distintos grupos taxonómicos encontrados”, informa a SINC Giuseppe D’Auria, autor principal del trabajo e investigador en el Instituto Cavanilles para la Biodiversidad y la Biología Evolutiva de la UV.
Según el estudio que ha publicado la revista Aquatic Microbial Ecology, los cuatro ambientes estudiados muestran semejanzas y diferencias: “la muestra de agua es más parecida a la de interfase entre agua y sedimento (sedimento superior), y la muestra de la biopelícula se asemeja más a la del sedimento más profundo”.
Los resultados muestran además un alto número de secuencias todavía desconocidas que se han encontrado en todas las muestras analizadas, lo que hace de las Tablas de Daimiel “un reservorio de biodiversidad bacteriana y de importancia clave en el mantenimiento de la misma”, apunta el científico.
Más de 265 nuevos filogrupos
Los investigadores extrajeron el ADN total contenido en las muestras. Con las técnicas de la biología molecular han obtenido las secuencias de ADN de un gen bacteriano llamado 16S, que representa una especie de firma o etiqueta de cada bacteria. “El análisis bioinformático ha permitido dibujar perfiles de las distribuciones bacterianas en cada ambiente estudiado”, explica D’Auria.
Al comparar las secuencias encontradas con las de las bases de datos mundiales de diversidad bacteriana, el equipo logró ver secuencias todavía desconocidas para la ciencia y descubrió más de 265 nuevos filogrupos. “La mayoría de los filogrupos encontrados estaban relacionados con el gran grupo de las Proteobacterias. “Éstas se han encontrado en cantidades progresivamente menores en la muestras de sedimento inferior, biopelículas, agua y sedimento superior”, recalca el científico.
Las cianobacterias, que realizan fotosíntesis idéntica a la de las microalgas y plantas superiores, se han encontrado sobre todo en la muestra de sedimento superficial, en la interfase con la columna de agua.
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel sufre continuas agresiones en materia de disponibilidad de agua y calidad de la misma, relacionadas principalmente con el uso agrícola de las tierras de sus alrededores. No obstante, a pesar de ello, en este humedal semiárido vive una gran variedad de plantas, animales terrestres, acuáticos, y microorganismos.
Por su gran valor ecológico fue declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en 1979 e incluido en la lista de humedales de importancia internacional en 1982. El equipo de investigación considera “de vital importancia” conseguir que esta zona “no deje de ser el humedal que un día fue, una cuna de biodiversidad”.