Created the association to guarantee the rights of the irrigators before the new Water Law

Fri, 02/07/2010

EFE

ASAJA-Andalucía ha presentado hoy REGA, una nueva asociación de regantes que nace con el objetivo de amparar a los agricultores de regadío que tras la aprobación de la nueva Ley de Aguas, "tendrán que soportar nuevos cánones y obligaciones", según sus responsables.

El presidente de REGA y de ASAJA-Andalucía, Ricardo Serra, ha explicado en rueda de prensa que la asociación pretende "garantizar los derechos" de todos aquellos regantes que no utilizan el agua procedente de los embalses de regulación general ni pertenecen a ninguna comunidad de regantes.

REGA quiere atender también especialmente a los usuarios de pozos, que se encuentran con problemas como los referidos a la catalogación de pozos de aguas privadas, al acceso a los pozos menores de 7.000 metros cúbicos del artículo 54.2 de la Ley de Aguas o los derivados de las concesiones en pozos de aguas públicas.

Según ASAJA, Andalucía cuenta con más de un millón de hectáreas de regadío y la mitad de ellas no se abastecen del sistema de embalses de regulación general, sino de pozos, manantiales, tomas directas del río o balsas privadas.

Con la creación de REGA, ha dicho Serra, se quiere poner fin también a la discriminación que sufren estos regantes para acceder a las ayudas a la modernización de los sistemas de riego, puesto que hasta ahora no han contado con financiación y han tenido que asumir el cien por cien del coste de cualquier proceso de mejora.

Serra ha recordado que "la agricultura del futuro es una agricultura de riego, por lo que es fundamental que todo aquel que cumpla la normativa pueda acceder a este recurso imprescindible para generar riqueza y empleo en el campo andaluz".

El sector del regadío representa un 76% de la producción final agrícola, y las 1.106.000 hectáreas de regadío con que cuenta Andalucía, que suponen el 24,6% de la superficie ultivada, generan, además, 64% de la producción final agraria (10.451 millones de euros en el promedio de 2004-2008) el 63,3% del empleo agrícola.