Fertilizers are the first water problem in Andalusia, according to natives of Almeria
Thu, 24/06/2010
El uso de fertilizantes y pesticidas en la agricultura, seguido de la extracción de aguas subterráneas, como pozos o acuíferos, son los principales problemas que sufre el agua en Andalucía, según un estudio realizado por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC) en Almería.
Ésta es una de las conclusiones obtenidas por el IESA-CSIC, con sede en Córdoba, tras el desarrollo de un jurado ciudadano, una técnica de investigación sociológica que selecciona a 25 ciudadanos de un municipio, les ofrece información variada sobre un asunto determinado, en este caso el agua, para que puedan formarse sus propios criterios y, después, reunirse para debatir con el objetivo de que expongan sus propias decisiones.
Además, esta técnica de investigación supone que, excepto casos puntuales, los ciudadanos no manejan información cualificada sobre el agua, por lo tanto, el cuestionario que responden antes de participar refleja el punto de vista de un ciudadano no especializado, mientras que las respuestas ofrecidas después de la información y el debate, ofrece las opiniones de personas informadas, por lo que se puede observar la evolución de los criterios.
Según las conclusiones, facilitadas a Efe, este cambio se ha detectado en la consideración que tienen los almerienses sobre cuál es el principal problema del agua en Andalucía, pues si bien antes de informarse, dos tercios de los ciudadanos pensaban que la calidad del agua potable era el primero, tras el debate, opinaron en su mayoría que el uso de fertilizantes era el mayor problema, seguido de la extracción de aguas subterráneas.
En el otro extremo, la disponibilidad de agua para el consumo humano pasa de ser el segundo problema, ante del debate, al último, después del jurado ciudadano.
Este estudio también concluye que, tras el jurado ciudadano, los almerienses creen que el abastecimiento de la población debe ser el primer uso que se le dé al agua en Andalucía, seguido por el mantenimiento de los caudales y los regadíos y usos agrarios, mientras que los usos industriales y turísticos se consideran como los menos prioritarios.
El jurado popular también sirvió para que la mayoría de los participantes cambiara de idea sobre la utilización de desaladoras del agua del mar.
En este caso, mientras que la mitad de los participantes pensaba, antes de su participación, que la desalación de agua marina es poco eficiente porque es cara y genera residuos contaminantes, tras recibir la información, más de la mitad de los ciudadanos preguntados se mostraron en desacuerdo con esa afirmación inicial.
Además, dos tercios de los ciudadanos preguntados opinaron que el agua que se paga por el agua en la agricultura no se corresponde con su coste real.
La mejora de los regadíos para que consuman menos agua, el control de las extracciones ilegales del agua de los pozos, aprovechar el agua del mar, la reutilización de las aguas y el ahorro de agua en los hogares son, por este orden, las medidas propuestas por los almerienses para mejorar la gestión pública del agua.
Ésta es una de las conclusiones obtenidas por el IESA-CSIC, con sede en Córdoba, tras el desarrollo de un jurado ciudadano, una técnica de investigación sociológica que selecciona a 25 ciudadanos de un municipio, les ofrece información variada sobre un asunto determinado, en este caso el agua, para que puedan formarse sus propios criterios y, después, reunirse para debatir con el objetivo de que expongan sus propias decisiones.
Además, esta técnica de investigación supone que, excepto casos puntuales, los ciudadanos no manejan información cualificada sobre el agua, por lo tanto, el cuestionario que responden antes de participar refleja el punto de vista de un ciudadano no especializado, mientras que las respuestas ofrecidas después de la información y el debate, ofrece las opiniones de personas informadas, por lo que se puede observar la evolución de los criterios.
Según las conclusiones, facilitadas a Efe, este cambio se ha detectado en la consideración que tienen los almerienses sobre cuál es el principal problema del agua en Andalucía, pues si bien antes de informarse, dos tercios de los ciudadanos pensaban que la calidad del agua potable era el primero, tras el debate, opinaron en su mayoría que el uso de fertilizantes era el mayor problema, seguido de la extracción de aguas subterráneas.
En el otro extremo, la disponibilidad de agua para el consumo humano pasa de ser el segundo problema, ante del debate, al último, después del jurado ciudadano.
Este estudio también concluye que, tras el jurado ciudadano, los almerienses creen que el abastecimiento de la población debe ser el primer uso que se le dé al agua en Andalucía, seguido por el mantenimiento de los caudales y los regadíos y usos agrarios, mientras que los usos industriales y turísticos se consideran como los menos prioritarios.
El jurado popular también sirvió para que la mayoría de los participantes cambiara de idea sobre la utilización de desaladoras del agua del mar.
En este caso, mientras que la mitad de los participantes pensaba, antes de su participación, que la desalación de agua marina es poco eficiente porque es cara y genera residuos contaminantes, tras recibir la información, más de la mitad de los ciudadanos preguntados se mostraron en desacuerdo con esa afirmación inicial.
Además, dos tercios de los ciudadanos preguntados opinaron que el agua que se paga por el agua en la agricultura no se corresponde con su coste real.
La mejora de los regadíos para que consuman menos agua, el control de las extracciones ilegales del agua de los pozos, aprovechar el agua del mar, la reutilización de las aguas y el ahorro de agua en los hogares son, por este orden, las medidas propuestas por los almerienses para mejorar la gestión pública del agua.