The plan of the Segura basin will be delayed at least a year
Mon, 14/06/2010
El nuevo plan hidrológico de la cuenca del Segura no estará listo en dos meses, plazo marcado por la Comisión Europea para que España presente todos los planes, ya que éstos deberían haber estado terminados el pasado mes de diciembre. El plan del Segura podría estar preparado como mínimo en un año porque todavía quedan por realizar muchos trámites para concretar las necesidades de la cuenca.
En la actualidad se está preparando el esquema de temas importantes, que tiene que ser debatido por el Consejo del Agua de la cuenca, que a su vez hará un informe para que éste sea aprobado y sometido a una consulta pública durante seis meses. A continuación, habrá que considerar las alegaciones presentadas y elaborar finalmente el borrador del proyecto del plan hidrológico de la cuenca.
«Cumpliendo simplemente los plazos mínimos de los trámites, le queda algo más que un año y eso sería corriendo», aseveró ayer a LA RAZÓN el presidente del Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo-Segura (Scrats), José Manuel Claver, que expresó sus dudas de que se pueda concluir el nuevo plan en esta legislatura autonómica. Claver reconoció que su elaboración es «muy compleja porque tiene muchos trámites y hay que elaborar varios informes», aunque indicó que la resolución de la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha ha dilatado aún más este proceso, ya que éste condicionaba los planes de la cuenca del Tajo y del Segura.
«El Estatuto manchego era un tema muy importante porque si se hubiera aprobado habría condicionado los planes del Tajo y Segura», afirmó el presidente de Scrats.
Uno de los retos del nuevo plan de cuenca del Segura será fijar el déficit de la cuenca, que según los cálculos de Scrats seguirá siendo de unos 400 hectómetros cúbicos contando siempre con los 600 hectómetros cúbicos del trasvase Tajo-Segura, aunque tan sólo se desembalsó esta cantidad un año. Las aportaciones procedentes de la desalación deberán de completar las necesidades de la cuenca, aunque a fecha de hoy tan sólo ha ofrecido 80 de los 458 hectómetros que se pretenden alcanzar en el año 2015.
Claver resaltó que se debe cubrir el déficit estructural de la cuenca y añadió que la desalación y las transferencias externas pueden ayudar a resolver este problema.
Sin perder de vista el plan del tajo
Pero la Región no debe de perder de vista el plan de la cuenca del Tajo, que previsiblemente intentará cambiar las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura, al no ver cumplidos los objetivos del Gobierno de José María Barreda de establecer una reserva estratégica de 4.000 hectómetros cúbicos para satisfacer las necesidades de los castellanomanchegos en el Estatuto. Es decir, que la nueva fijación del socialista Barreda será reducir la cantidad trasvasable a la Región de Murcia. Además, Castilla-La Mancha utilizará aumentar los caudales ambientales en distintos puntos del río como arma para intentar cerrar el grifo a Murcia, ya que descenderán los volúmenes oficialmente excedentarios. Por último, el plan deberá dejar abierta la posibilidad de hacer el hipotético trasvase desde el Tajo Medio al Sureste español, por si el Gobierno central le da luz verde y decide su construcción.
En la actualidad se está preparando el esquema de temas importantes, que tiene que ser debatido por el Consejo del Agua de la cuenca, que a su vez hará un informe para que éste sea aprobado y sometido a una consulta pública durante seis meses. A continuación, habrá que considerar las alegaciones presentadas y elaborar finalmente el borrador del proyecto del plan hidrológico de la cuenca.
«Cumpliendo simplemente los plazos mínimos de los trámites, le queda algo más que un año y eso sería corriendo», aseveró ayer a LA RAZÓN el presidente del Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo-Segura (Scrats), José Manuel Claver, que expresó sus dudas de que se pueda concluir el nuevo plan en esta legislatura autonómica. Claver reconoció que su elaboración es «muy compleja porque tiene muchos trámites y hay que elaborar varios informes», aunque indicó que la resolución de la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha ha dilatado aún más este proceso, ya que éste condicionaba los planes de la cuenca del Tajo y del Segura.
«El Estatuto manchego era un tema muy importante porque si se hubiera aprobado habría condicionado los planes del Tajo y Segura», afirmó el presidente de Scrats.
Uno de los retos del nuevo plan de cuenca del Segura será fijar el déficit de la cuenca, que según los cálculos de Scrats seguirá siendo de unos 400 hectómetros cúbicos contando siempre con los 600 hectómetros cúbicos del trasvase Tajo-Segura, aunque tan sólo se desembalsó esta cantidad un año. Las aportaciones procedentes de la desalación deberán de completar las necesidades de la cuenca, aunque a fecha de hoy tan sólo ha ofrecido 80 de los 458 hectómetros que se pretenden alcanzar en el año 2015.
Claver resaltó que se debe cubrir el déficit estructural de la cuenca y añadió que la desalación y las transferencias externas pueden ayudar a resolver este problema.
Sin perder de vista el plan del tajo
Pero la Región no debe de perder de vista el plan de la cuenca del Tajo, que previsiblemente intentará cambiar las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura, al no ver cumplidos los objetivos del Gobierno de José María Barreda de establecer una reserva estratégica de 4.000 hectómetros cúbicos para satisfacer las necesidades de los castellanomanchegos en el Estatuto. Es decir, que la nueva fijación del socialista Barreda será reducir la cantidad trasvasable a la Región de Murcia. Además, Castilla-La Mancha utilizará aumentar los caudales ambientales en distintos puntos del río como arma para intentar cerrar el grifo a Murcia, ya que descenderán los volúmenes oficialmente excedentarios. Por último, el plan deberá dejar abierta la posibilidad de hacer el hipotético trasvase desde el Tajo Medio al Sureste español, por si el Gobierno central le da luz verde y decide su construcción.