The construction of a prey in the Eo river mobilizes the population

Tue, 01/06/2010

El Progreso

Un anuncio de la Conferderación Hidrográfica del Cantábrico en el Boletín Oficial de la Provincia de Lugo del 17 de abril de 2010 hizo saltar todas las alarmas entre los habitantes de Ribeira de Piquín y A Pontenova. La CHC sometía a información pública el estudio de impacto ambiental de una solicitud de rehabilitación del derecho de concesión, autorización y declaración de utilidad pública para el aprovechamiento hidroeléctrico del río Eo en la zona situada entre As Insuas y Mende. Tras este anuncio, el desconcierto y la preocupación caló en vecinos y asociaciones, al tiempo que se iban conociendo datos sobre este olvidado proyecto. En 1922 se concedió a José Otero Pereiro un caudal de 10.060 litros por segundo del Eo para construir una central hidroeléctica. El permiso, que nunca llegó a ejecutarse, era válido por 99 años, con un plazo de siete para obrar. Poco después de que la CHN iniciara, en 2004, el expediente de extinción de este aprovechamiento, se pidió un cambio de titularidad de la concesión, así como la rehabilitación del derecho de explotación de la misma, lo que paralizó el expediente de caducidad.

En la práctica, la puesta en marcha de la iniciativa supondría desviar el cauce del Eo unos nueve kilómetros e implicaría la construcción de varios túneles y de diversas estructuras para conducir el agua y albergar los equipos.

Las muestras públicas en contra de esta minicentral se iniciaron hace casi un mes en Ribeira de Piquín y en A Pontenova y no han cesado desde entonces, respaldadas por las administraciones locales e incluso la Diputación, donde la pasada semana se aprobó una iniciativa de rechazo a la instalación. Incluso la diputada nacionalista Ana Miranda llevó el con?icto al Parlamento Europeo.

Entre los ejemplos más significativos del malestar generado, figuran las más de mil firmas recogidas contra el proyecto o que la página creada en el Facebook sobre el tema ya suma más de 1.600 afines. También se ha constituido la plataforma cívica Salvemos o río Eo, de la que forman parte los concellos de Ribeira de Piquín y A Pontenova, la Sociedad de pescadores Rodeo o el CIT A Pontenova, entre otras entidades.

Las razones esgrimidas para tan fuerte oposición se apoyan en el tiempo transcurrido desde la concesión, cuya utilidad pública habría desaparecido, o en el impacto ambiental generado en una zona que es Reserva de la Biosfera y espacio de la Red Natura. Preocupa, además, el futuro de su importante reserva piscícola.

Las esperanzas de los opositores, dipuestos a seguir con sus protestas, pasan porque la CHC no resuelva favorablemente la declaración de impacto ambiental, tal y como ya hizo el Inludes en 2008. Asistentes a una asamblea informativa celebrada en Ribeira de Piquín sobre la central hidroeléctrica.