Fenosa asks license to extend the dams of Os Peares and Belesar
Tue, 01/06/2010
Gas Natural Fenosa ha iniciado los últimos trámites burocráticos para proceder a la ampliación de dos centrales hidroeléctricas que posee en el río Miño, las de Belesar y Os Peares. Los proyectos, tramitados en conjunto y cuyos primeros pasos se remontan al 2006, está en su fase final, pues solamente resta conseguir las licencias municipales de obra.
El alcalde de uno de los municipios afectados, José Luis Álvarez Blanco, de Pantón, declaró ayer que la empresa ya se había puesto en contacto con la administración local para pedir permiso, «pero aínda non se lle deu ó faltar papeis e non valorar o custo da obra», señaló Álvarez Blanco.
La iniciativa de Gas Natural Fenosa contempla la construcción de dos centrales hidroeléctricas complementarias a las existentes con una inversión de 50 millones de euros.
La llamada Belesar 2 se ubicará en la margen derecha del Miño, en el interior de una caverna sobre el túnel de acceso a la central existente y unos 220 metros aguas abajo de los desagües de medio fondo de la presa. Moverá un caudal de 20 metros cúbicos por segundo y tendrá una potencia de 19,5 megavatios.
Su construcción requiere un nuevo camino de acceso, una tubería de derivación y una nueva línea eléctrica de casi seis kilómetros hasta Chantada que sustituirá a una ya existente.
La otra central, denominada Peares 2, se localizará en un edificio situado en la margen derecha del río que deberá ser ampliado y acondicionado. La toma se ubicará en los desagües de fondo de la presa, requiriéndose para su construcción de la limpieza de los sedimentos existentes en el tramo situado tras el embalse.
Turbinará un caudal de 20 metros cúbicos por segundo y tendrá una potencia de 16,5 megavatios. Los promotores de este proyecto indicaron que otro objetivo que se persigue es poder aprovechar los caudales ambientales cuya liberación, en un punto del cauce lo más próximo posible al pie de las presas, fueron acordados en el pacto ambiental suscrito entre Unión Fenosa y la Xunta de Galicia en el año 2002. Tramo del río Miño casi seco desde hace medio siglo debido a la existencia de la presa de Belesar. La ejecución de las obras de ampliación de las dos presas supondrá soltar 20 metros cúbicos por segundo, con lo que Gas Natural Fenosa sobrepasará con creces los ocho que había establecido la confederación hidrográfica para garantizar el caudal ecológico necesario para favorecer la regeneración de los tramos del río Miño existentes cauce abajo de los embalses y que desde hace medio siglo, cuando se construyeron las presas, permanecen secos. Esta situación fue denunciada recientemente por grupos ecologistas, que exigieron soltar más agua. Incluso, llegaron a advertir que podrían la situación en conocimiento de la Fiscalía para que estudiase si se estaba cometiendo un delito medioambiental. Un caso similar sucedido en el río Eume movió a este órgano judicial a denunciar a la firma que explota una central en este cauce, Endesa. Los ecologistas han mostrado su total rechazo a estos y otros planes de aprovechamiento hidroeléctrico, como el que actualmente se ejecuta en el río Sil, en la presa de Santo Estevo, para lo que fue necesario bajar el nivel de agua embalsada en 31 metros. Iberdrola, promotora de la obra, también actuará en el contraembalse de San Pedro.
El alcalde de uno de los municipios afectados, José Luis Álvarez Blanco, de Pantón, declaró ayer que la empresa ya se había puesto en contacto con la administración local para pedir permiso, «pero aínda non se lle deu ó faltar papeis e non valorar o custo da obra», señaló Álvarez Blanco.
La iniciativa de Gas Natural Fenosa contempla la construcción de dos centrales hidroeléctricas complementarias a las existentes con una inversión de 50 millones de euros.
La llamada Belesar 2 se ubicará en la margen derecha del Miño, en el interior de una caverna sobre el túnel de acceso a la central existente y unos 220 metros aguas abajo de los desagües de medio fondo de la presa. Moverá un caudal de 20 metros cúbicos por segundo y tendrá una potencia de 19,5 megavatios.
Su construcción requiere un nuevo camino de acceso, una tubería de derivación y una nueva línea eléctrica de casi seis kilómetros hasta Chantada que sustituirá a una ya existente.
La otra central, denominada Peares 2, se localizará en un edificio situado en la margen derecha del río que deberá ser ampliado y acondicionado. La toma se ubicará en los desagües de fondo de la presa, requiriéndose para su construcción de la limpieza de los sedimentos existentes en el tramo situado tras el embalse.
Turbinará un caudal de 20 metros cúbicos por segundo y tendrá una potencia de 16,5 megavatios. Los promotores de este proyecto indicaron que otro objetivo que se persigue es poder aprovechar los caudales ambientales cuya liberación, en un punto del cauce lo más próximo posible al pie de las presas, fueron acordados en el pacto ambiental suscrito entre Unión Fenosa y la Xunta de Galicia en el año 2002. Tramo del río Miño casi seco desde hace medio siglo debido a la existencia de la presa de Belesar. La ejecución de las obras de ampliación de las dos presas supondrá soltar 20 metros cúbicos por segundo, con lo que Gas Natural Fenosa sobrepasará con creces los ocho que había establecido la confederación hidrográfica para garantizar el caudal ecológico necesario para favorecer la regeneración de los tramos del río Miño existentes cauce abajo de los embalses y que desde hace medio siglo, cuando se construyeron las presas, permanecen secos. Esta situación fue denunciada recientemente por grupos ecologistas, que exigieron soltar más agua. Incluso, llegaron a advertir que podrían la situación en conocimiento de la Fiscalía para que estudiase si se estaba cometiendo un delito medioambiental. Un caso similar sucedido en el río Eume movió a este órgano judicial a denunciar a la firma que explota una central en este cauce, Endesa. Los ecologistas han mostrado su total rechazo a estos y otros planes de aprovechamiento hidroeléctrico, como el que actualmente se ejecuta en el río Sil, en la presa de Santo Estevo, para lo que fue necesario bajar el nivel de agua embalsada en 31 metros. Iberdrola, promotora de la obra, también actuará en el contraembalse de San Pedro.