A study will analyze the presence of new contaminants into the Guadalquivir river and it´s effects on the biodiversity
Wed, 26/05/2010
Un estudio financiado por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) y coordinado por el Idaea-Csic analizará la presencia de nuevos contaminantes en el río Guadalquivir y sus efectos en la biodiversidad del entorno, a la vez que tratará de describir la incidencia del cambio global sobre la disponibilidad de agua.
Según explicó a Europa Press el coordinador del proyecto, Damià Barceló, director de IDAEA-CSIC, y director del Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), a través de este proyecto, que cuenta con una vigencia de cinco años, se hará un estudio completo de los nuevos contaminantes presentes en la cuenca del Guadalquivir, procedentes, fundamentalmente, de desechos de fármacos, drogas o compuestos de flúor, entre otros.
Tal y como indicó, hasta el momento en el Guadalquivir, con una longitud de 657 kilómetros y principal fuente de abastecimiento para un territorio de siete millones de habitantes, sólo se han realizado análisis de la distribución de contaminantes clásicos o pesticidas, sin contar con la experiencia que ya se tiene sobre contaminantes de nueva generación en las cuencas del Ebro o del Llobregat, por ejemplo.
Este análisis se enmarca dentro de un proyecto de investigación denominado Scarce que analizará los efectos del cambio climático en los ríos Ebro, Guadalquivir, Llobregat y Júcar con el objetivo de anticiparse a la posible reducción del caudal de estas cuencas, que algunos expertos cifran en el 30 por ciento, y la pérdida de biodiversidad.
Además, según Barceló, el estudio comparativo se completará con el análisis de nuevos parámetros de calidad con el fin de proponer medidas que mejoren la planificación hidrológica de estos ríos mediterráneos que sufren los efectos de la sequía de manea cíclica.
"La disminución del caudal de estos cuatro grandes ríos significará también, ante el previsible aumento de la actividad económica asociada, un descenso en su calidad, por lo que se incrementará su contaminación y ésta provocará el descenso de invertebrados", afirmó.
Así, en el Guadalquivir, como en el Llobregat, Júcar y Ebro durante el próximo verano se recogerán muestras de sedimentos, agua y peces en 25 puntos repartidos por toda la cuenca para poder realizar el análisis químico de distintos grupos de compuestos prioritarios y emergentes. Además, también se realizará una caracterización hidrogeomorfológica, biológica y ecológica.
SEGUNDA FASE DEL PROYECTO
El año que viene está previsto realizar la segunda fase del proyecto en la que se estudiarán con más profundidad algunos puntos, se incluirán depuradoras y algunos embalses. En la misma, el Scarce compartirá estudios de campo y estudios de laboratorio en los que se analizarán especies clave del estuario del Guadalquivir, una importante zona de cría para las especies marinas y para el mantenimiento de la biodiversidad, el efecto conjunto de los contaminantes emergentes y las variables ambientales sobre la biota.
Scarce es una investigación que se enmarca en el programa Consolider-Ingenio del Ministerio de Ciencia e Innovación, que cuenta con un presupuesto de 4,5 millones de euros y durará cinco años. Durante este tiempo se reunirán 12 grupos de científicos españoles con más de cien investigadores y líderes en distintas disciplinas como hidrología, geomorfología, química, ecotoxicología, economía, ingeniería y modelización que investigarán las cuencas de los principales ríos de la Península Ibérica, Guadalquivir, Júcar, Llobregat y Ebro.
Según explicó a Europa Press el coordinador del proyecto, Damià Barceló, director de IDAEA-CSIC, y director del Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), a través de este proyecto, que cuenta con una vigencia de cinco años, se hará un estudio completo de los nuevos contaminantes presentes en la cuenca del Guadalquivir, procedentes, fundamentalmente, de desechos de fármacos, drogas o compuestos de flúor, entre otros.
Tal y como indicó, hasta el momento en el Guadalquivir, con una longitud de 657 kilómetros y principal fuente de abastecimiento para un territorio de siete millones de habitantes, sólo se han realizado análisis de la distribución de contaminantes clásicos o pesticidas, sin contar con la experiencia que ya se tiene sobre contaminantes de nueva generación en las cuencas del Ebro o del Llobregat, por ejemplo.
Este análisis se enmarca dentro de un proyecto de investigación denominado Scarce que analizará los efectos del cambio climático en los ríos Ebro, Guadalquivir, Llobregat y Júcar con el objetivo de anticiparse a la posible reducción del caudal de estas cuencas, que algunos expertos cifran en el 30 por ciento, y la pérdida de biodiversidad.
Además, según Barceló, el estudio comparativo se completará con el análisis de nuevos parámetros de calidad con el fin de proponer medidas que mejoren la planificación hidrológica de estos ríos mediterráneos que sufren los efectos de la sequía de manea cíclica.
"La disminución del caudal de estos cuatro grandes ríos significará también, ante el previsible aumento de la actividad económica asociada, un descenso en su calidad, por lo que se incrementará su contaminación y ésta provocará el descenso de invertebrados", afirmó.
Así, en el Guadalquivir, como en el Llobregat, Júcar y Ebro durante el próximo verano se recogerán muestras de sedimentos, agua y peces en 25 puntos repartidos por toda la cuenca para poder realizar el análisis químico de distintos grupos de compuestos prioritarios y emergentes. Además, también se realizará una caracterización hidrogeomorfológica, biológica y ecológica.
SEGUNDA FASE DEL PROYECTO
El año que viene está previsto realizar la segunda fase del proyecto en la que se estudiarán con más profundidad algunos puntos, se incluirán depuradoras y algunos embalses. En la misma, el Scarce compartirá estudios de campo y estudios de laboratorio en los que se analizarán especies clave del estuario del Guadalquivir, una importante zona de cría para las especies marinas y para el mantenimiento de la biodiversidad, el efecto conjunto de los contaminantes emergentes y las variables ambientales sobre la biota.
Scarce es una investigación que se enmarca en el programa Consolider-Ingenio del Ministerio de Ciencia e Innovación, que cuenta con un presupuesto de 4,5 millones de euros y durará cinco años. Durante este tiempo se reunirán 12 grupos de científicos españoles con más de cien investigadores y líderes en distintas disciplinas como hidrología, geomorfología, química, ecotoxicología, economía, ingeniería y modelización que investigarán las cuencas de los principales ríos de la Península Ibérica, Guadalquivir, Júcar, Llobregat y Ebro.