Iberdrola alcanzó durante la madrugada del martes el nivel de vaciado del río Sil que necesita para acometer la instalación de una nueva central en la presa de Santo Estevo. Según mediciones no ofi ciales, el embalse tiene en estos momentos algo menos de 66 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone un 30% de su capacidad total, ya que puede acumular hasta 213 hectómetros cúbicos.

De acuerdo con estos datos, la presa estuvo desalojando caudal hasta primeras horas de la mañana de ayer. Desde el martes de la semana anterior, el embalse había perdi once hectómetros cúbicos de agua.

Iberdrola abrió sus compuertas el 19 de abril para empezar a bajar el nivel de este tramo del Sil. El proceso fue especialmente intenso durante la primera semana, porque además de aliviar agua por las turbinas también fueron abiertas las compuertas. Los portavoces de la empresa dijeron en un primer momento que el proceso de vaciado duraría entre treinta y cuarenta días. Finalmente, han sido necesarios 37. El embalse continuará hasta pasado el mes de octubre al nivel en el que está ahora, aproximadamente treinta metros por debajo del lleno. La empresa calcula que necesitará seis meses para completar la instalación del nuevo sistema generador de energía que le permitirá producir en Santo Estevo 176 megavatios más que ahora. La potencia de la actual central es de 265, de manera que el incremento será del 66%. Las obras, ya realizadas en parte, consisten básicamente en la construcción de un túnel por el que bajará el agua hasta la nueva turbina.