Elena Espinosa is only visual pollution in the disposal of sludge from Santo Estevo

Mon, 24/05/2010

Faro de Vigo

La ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, restó ayer importancia al arrastre de sedimentos provenientes del embalse de Santo Estevo (Nogueira de Ramuín), calificándolos de mero "impacto visual"."No hay ningún incumplimiento por parte de la empresa, por lo que no cabe, en absoluto, ninguna apertura de expedientes", explicó Espinosa. La ourensana se apoyó en el hecho de que la Fiscalía ya ha archivado una denuncia del BNG, que solicitaba la paralización del proyecto de ampliación de la central hidroeléctrica de Santo Estevo.

El vaciado del embalse de la eléctrica vasca causó a mediados de la presente semana el enturbiamiento de las aguas del río Miño a su paso por la ciudad, debido el arrastre de sedimentos almacenados en el fondo de la presa. En un primer momento, tanto los técnicos de la empresa, como de la Confederación Hidrográfica de la cuenca Miño-Sil descartaron la presencia de componentes contaminantes en las aguas, aunque los segundos declararon que continuarían e x p e c t a n t e s durante los próximos días para asegurar que los niveles de contaminación las aguas no superasen los parámetros máximos establecidos por el marco legal.

La ministra Elena Espinosa se mostró satisfecha con las condiciones impuestas en la Declaración de Impacto Ambiental que dieron luz verde al proyecto. En este sentido, la ourensana subrayó que el proyecto fue sometido a exposición pública y "sólo recibió una alegación".

El vaciado del embalse responde a la necesidad de acometer unas obras de reaprovechamiento hidroeléctrico de la central, consistentes en la instalación de una toma de agua subacuática para transportarla a una segunda turbina de generación eléctrica.

La finalización del vaciado del embalse de Santo Estevo, que se inició el pasado 19 de abril, se consumará a lo largo de las próximas horas, según confirmaron fuentes de la empresa Iberdrola.

Las características técnicas de las obras de ampliación de la central hidroeléctrica, que no se pueden desarrollar de forma subacuática, exigen que el nivel del agua se sitúe por debajo de los cinco metros. Esta vicisitud ha obligado a descender el nivel del agua en más de 30 metros. Asimismo, se han evacuado del pantano más 147,7 millones de metros cúbicos de agua, casi la mitad de lo que consumió toda la comunidad gallega a lo largo del año 2007.

El impacto que este descenso del nivel del embalse está causando en el paisaje de la Ribeira Sacra se puede observar ya durante estos días, en los que los cañones volvieron a recuperar su imagen primitiva previa a la construcción del pantano.

Esta estampa se prolongará previsiblemente hasta el próximo mes de octubre, fecha para la cual Iberdrola calcula que se rematarán los trabajos a pie de embalse.

Las obras incluyen la construcción de un túnel en la ladera de la zona de Nogueira de Ramuín para hacer un nuevo paso subacuático para el agua y colocar una nueva turbina que posibilite la generación eléctrica de 175 megavatios más, que se sumarán a los 265 de la central.