The irrigation season starts with double bookings a year ago
Mon, 17/05/2010
La campaña de riego en la agricultura andaluza ha arrancado sin las tensiones de otros años debido a una situación hídrica mucho más favorable por las abundantes precipitaciones del último invierno. Los pantanos de regulación general de la cuenca del Guadalquivir, que son los destinados al regadío, se encuentran casi al 90% de su capacidad, con más de 5.000 hectómetros cúbicos embalsados, el doble de las reservas que tenían hace justo un año. La Comisión de Desembalse del Distrito Hidrográfico del Guadalquivir ha acordado un desembalse general de 1.200 hectómetros cúbicos desde el 15 de mayo, lo que supone una dotación máxima de 5.800 metros cúbicos por hectárea.
Con todo, la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía, Feragua, cifra en un 20% las restricciones de las dotaciones concesionales y recuerda que el Plan de Sequía establece que en un año de normalidad el desembalse debe ser de 1.400 hectómetros cúbicos. "Después de años durísimos de sequía y restricciones, y después de haber contribuido al ahorro de 100 hectómetros cúbicos el año pasado, todos esperábamos que ésta iba a ser una campaña de tranquilidad, pero nos hemos encontrados que no, y que, sin motivo de ningún tipo, se nos impone una dotación restrictiva que puede perjudicar gravemente la potencialidad del regadío", señaló la presidente de Feragua, Margarita Bustamante, poco después de conocer la dotación aprobada.
El resto de organizaciones agrarias no han secundado las críticas de Feragua. El secretario general de Asaja-Sevilla, Miguel Afán de Rivera, subraya que "existe agua más que suficiente para atender adecuadamente las necesidades de todos los regantes", y destaca el "esfuerzo inversor emprendido por los regantes que han modernizado el 80% de los regadíos de la cuenca, lo que ha permitido reducir el consumo de agua en aquellos cultivos que si pueden cambiar su sistema de riego". En la última campaña, sin ir más lejos, el regadío sólo usó 1.100 de los 1.200 hectómetros cúbicos concedidos.
De la cantidad que se va a desembalsar se prevé un riego extraordinario para unas 50.000 hectáreas de olivar de Jaén, de 1.000 metros cúbicos por hectárea, y una dotación similar para la regularización de otras 4.311 hectáreas en el río Guadajoz, en Córdoba. Sin embargo, éste será el último año en que haya un riego de apoyo al olivar, que dejará de contar con una concesión de aguas invernales para disponer de recursos regulados durante todo el año. "Llevábamos 17 años luchando para que al olivar de Jaén tuviera igualdad de derechos, y lo hemos conseguido", se congratula Marcelo Morales, presidente de la Asociación de Regantes de Andalucía (Areda). El vicepresidente de esta organización y líder regional de la UPA, Agustín Rodríguez, cree que la Ley de Aguas ha sido vital para hacer posible esta demanda. "Se ha demostrado que ha sido determinante la cercanía en las competencias sobre el agua".
Feragua ha supeditado estas últimas regularizaciones a que los beneficiados paguen el canon de regulación de las nuevas obras hidráulicas de Breña II y Arenoso, que han hecho posible atender todas las demandas. Una propuesta que ha sido duramente rebatida desde la UPA: "Es una barbaridad, no se lo creen ni borrachos, pagaremos el canon que nos corresponda, pero no vamos a financiar nosotros las nuevas obras", dice tajante Agustín Rodríguez.
Por lo que respecta al arroz, el sector más castigado en las últimas campañas, va a contar con 400 hectómetros cúbicos, una medida que beneficiará especialmente a unas 36.000 hectáreas de la provincia de Sevilla. El acuerdo consensuado con los propios arroceros establece un margen de seguridad para que en caso de que se produzca un exceso de sal, poder minimizar los daños al cultivo. Así, si durante más de tres días consecutivos se superan los 2,5 gramos de sal por litro toda el agua del arroz se enviaría por el río, por la presa de Alcalá, para unificar caudales e intentar reducir los niveles de sal.
Con todo, la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía, Feragua, cifra en un 20% las restricciones de las dotaciones concesionales y recuerda que el Plan de Sequía establece que en un año de normalidad el desembalse debe ser de 1.400 hectómetros cúbicos. "Después de años durísimos de sequía y restricciones, y después de haber contribuido al ahorro de 100 hectómetros cúbicos el año pasado, todos esperábamos que ésta iba a ser una campaña de tranquilidad, pero nos hemos encontrados que no, y que, sin motivo de ningún tipo, se nos impone una dotación restrictiva que puede perjudicar gravemente la potencialidad del regadío", señaló la presidente de Feragua, Margarita Bustamante, poco después de conocer la dotación aprobada.
El resto de organizaciones agrarias no han secundado las críticas de Feragua. El secretario general de Asaja-Sevilla, Miguel Afán de Rivera, subraya que "existe agua más que suficiente para atender adecuadamente las necesidades de todos los regantes", y destaca el "esfuerzo inversor emprendido por los regantes que han modernizado el 80% de los regadíos de la cuenca, lo que ha permitido reducir el consumo de agua en aquellos cultivos que si pueden cambiar su sistema de riego". En la última campaña, sin ir más lejos, el regadío sólo usó 1.100 de los 1.200 hectómetros cúbicos concedidos.
De la cantidad que se va a desembalsar se prevé un riego extraordinario para unas 50.000 hectáreas de olivar de Jaén, de 1.000 metros cúbicos por hectárea, y una dotación similar para la regularización de otras 4.311 hectáreas en el río Guadajoz, en Córdoba. Sin embargo, éste será el último año en que haya un riego de apoyo al olivar, que dejará de contar con una concesión de aguas invernales para disponer de recursos regulados durante todo el año. "Llevábamos 17 años luchando para que al olivar de Jaén tuviera igualdad de derechos, y lo hemos conseguido", se congratula Marcelo Morales, presidente de la Asociación de Regantes de Andalucía (Areda). El vicepresidente de esta organización y líder regional de la UPA, Agustín Rodríguez, cree que la Ley de Aguas ha sido vital para hacer posible esta demanda. "Se ha demostrado que ha sido determinante la cercanía en las competencias sobre el agua".
Feragua ha supeditado estas últimas regularizaciones a que los beneficiados paguen el canon de regulación de las nuevas obras hidráulicas de Breña II y Arenoso, que han hecho posible atender todas las demandas. Una propuesta que ha sido duramente rebatida desde la UPA: "Es una barbaridad, no se lo creen ni borrachos, pagaremos el canon que nos corresponda, pero no vamos a financiar nosotros las nuevas obras", dice tajante Agustín Rodríguez.
Por lo que respecta al arroz, el sector más castigado en las últimas campañas, va a contar con 400 hectómetros cúbicos, una medida que beneficiará especialmente a unas 36.000 hectáreas de la provincia de Sevilla. El acuerdo consensuado con los propios arroceros establece un margen de seguridad para que en caso de que se produzca un exceso de sal, poder minimizar los daños al cultivo. Así, si durante más de tres días consecutivos se superan los 2,5 gramos de sal por litro toda el agua del arroz se enviaría por el río, por la presa de Alcalá, para unificar caudales e intentar reducir los niveles de sal.