El problema de abastecimiento de agua en las regiones más necesitadas de España empieza a encontrar una solución. El sector de la desalación creció un 40% en capacidad instalada durante 2009, hasta los 3,3 millones de metros cúbicos diarios.

A finales del año pasado, se registraron en España unas 1.000 plantas desaladoras en funcionamiento, entre las que se encuentran los grandes centros incluidos en el Programa Agua (Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua).

Este plan fue diseñado por el Ministerio de Medio Ambiente como sustitución del Trasvase del Ebro, aprobado por el Gobierno del PP. En línea con este programa, la capacidad total instalada al cierre del año 2010 podría situarse en torno a los 4 millones de metros cúbicos diarios, un 20,7% más que en 2009, según los datos de DBK.

En línea con esta evolución positiva, el negocio de las empresas desaladoras ha registrado una evolución favorable en los últimos años gracias a la incorporación de nueva capacidad de desalación en el mercado español y la ejecución de numerosos proyectos en el extranjero por parte de las compañías españolas.

La cifra de negocio total de las empresas desaladoras, incluidas las actividades de construcción y explotación en España y en el extranjero, se situó en torno a los 950 millones de euros en 2009, correspondiendo unos 600 millones de euros a la actividad nacional.

Internacional

La vertiente internacional del negocio también va por buen cauce. La facturación en el extranjero de las compañías que explotan desaladoras alcanzó los 350 millones de euros, registrando una evolución muy positiva en los últimos años gracias a la adjudicación de grandes proyectos a algunas de las principales empresas españolas.

A pesar de que en los próximos años entrarán en funcionamiento nuevas plantas en España, la capacidad previsiblemente aumentará a un ritmo inferior al registrado en 2009. Precisamente, este frenazo nacional estimulará a las principales empresas a seguir potenciando su actividad en mercados exteriores.