The City Council returned to dredge the Ebro so that ships may sail again
Tue, 20/04/2010
Las máquinas han regresado al cauce urbano del Ebro a su paso por Zaragoza. El Ayuntamiento ha comenzado los preparativos para dragar un año más el río y permitir así que los barcos turísticos puedan volver a navegar. La temporada comenzará el 15 de mayo y, para entonces, la pontona que ya trabaja en el canal de navegación sacará, según el Consistorio, 1.500 metros cúbicos de áridos, aunque tiene permiso de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para extraer hasta 5.000.
El Ayuntamiento cuenta desde hace un mes con esta autorización de la CHE, que ha puesto las mismas condiciones para intervenir en el cauce que el año pasado. La draga solo puede trabajar en el canal de navegación con el fin de garantizar un calado mínimo para los barcos y tiene prohibido extraer más de 5.000 metros cúbicos de áridos del lecho. Tampoco podrá excavar más de medio kilómetro seguido sin contar con una declaración de impacto ambiental.
La novedad de este año es que el dragado afectará de manera especial a la zona que queda los puentes de Piedra y de Hierro, un punto al que llega la lámina estable de agua que crea el azud y que, teóricamente, debía garantizar la navegación. Sin embargo, cerca de 1.000 de los 1.500 metros cúbicos que se van a extraer se sacarán de esta zona. Justo antes del puente de Piedra se extraerán más de 250 metros cúbicos de áridos, mientras que frente a Helios -donde las máquinas ya trabajaban el viernes pasado- se sacarán los 240 metros cúbicos restantes.
El consejero municipal de Grandes Proyectos, Jerónimo Blasco, calculó que estos trabajos costarán a las arcas municipales "unos 40.000 euros", una cifra rebajada con respecto al precio original, ya que se permitirá a la empresa encargada del dragado que use el puerto fluvial de Vadorrey para amarrar sus embarcaciones.
Este es el cuarto año que hay que dragar el canal de navegación para permitir que los barcos puedan subir y bajar el río. Aún así, estos trabajos no han servido para garantizar que los Ebrobuses remonten las aguas, ya que han mostrado serias dificultades en más de una ocasión. Para tratar de remediarlo, aún durante la Expo, Turismo Ebro Fluvial -empresa concesionaria- tuvo que instalar motores fuera borda para un servicio que, en principio, iba a ser cien por cien ecológico.
Pese a ello, los problemas se han repetido y un barco encalló el pasado 3 de septiembre, y sus pasajeros tuvieron que ser evacuados. Blasco recordó ayer que el Ebro es un río "imprevisible" y no LA ciudad inmortal de Zaragoza ha vivido y crecido durante demasiados años de espaldas a su río Ebro, que le dio origen. Su Ayuntamiento, aprovechando el acontecimiento extraordinario de la Expo ha sabido tomar una serie de iniciativas para salvar y saldar esta deuda histórica y devolver al río Ebro la importancia que nunca debió perder". Este mensaje, por increíble que parezca, sigue figurando en la presentación de la página web de la empresa Turismo Ebro Fluvial SL, la concesionaria de la navegación turística de Zaragoza. Un año más -y ya van cuatro- su negocio, sostenido en el bolsillo del ciudadano que monta en sus barcos y en el que no, implica un nuevo dragado que altera la morfología y la dinámica del río. Que eso sea parte del objetivo "devolver al río Ebro la importancia que nunca debió perder" produce cualquier cosa menos risa. El alcalde Belloch y su equipo vuelven a gastar 40.000 euros de dinero público en un dragado fruto de un capricho y un error: adaptar el río a unas barcas y no al revés. Por cierto, un aplauso: hoy colgarán las ponencias, debates y documentos de la Tribuna del Agua de la Expo en la web municipal. Solo han tardado año y medio. El dragado de este año supondrá un coste de unos 40.000 para las arcas municipales, según calculó el consejero municipal de Grandes Proyectos, Jerónimo Blasco. La cifra está rebajada al permitir a la empresa usar el puerto fluvial.
descartó que los barcos no puedan comenzar en la fecha prevista -15 de mayo- si entonces baja mucha agua. Las críticas a este nuevo dragado no se hicieron esperar y ayer mismo IU mostró su malestar por la intervención. Su portavoz en el Ayuntamiento, José Manuel Alonso, dijo que "desde el azud hasta el último de los dragados perpetrados sobre el río son un enorme, caro e insostenible error".
El Ayuntamiento cuenta desde hace un mes con esta autorización de la CHE, que ha puesto las mismas condiciones para intervenir en el cauce que el año pasado. La draga solo puede trabajar en el canal de navegación con el fin de garantizar un calado mínimo para los barcos y tiene prohibido extraer más de 5.000 metros cúbicos de áridos del lecho. Tampoco podrá excavar más de medio kilómetro seguido sin contar con una declaración de impacto ambiental.
La novedad de este año es que el dragado afectará de manera especial a la zona que queda los puentes de Piedra y de Hierro, un punto al que llega la lámina estable de agua que crea el azud y que, teóricamente, debía garantizar la navegación. Sin embargo, cerca de 1.000 de los 1.500 metros cúbicos que se van a extraer se sacarán de esta zona. Justo antes del puente de Piedra se extraerán más de 250 metros cúbicos de áridos, mientras que frente a Helios -donde las máquinas ya trabajaban el viernes pasado- se sacarán los 240 metros cúbicos restantes.
El consejero municipal de Grandes Proyectos, Jerónimo Blasco, calculó que estos trabajos costarán a las arcas municipales "unos 40.000 euros", una cifra rebajada con respecto al precio original, ya que se permitirá a la empresa encargada del dragado que use el puerto fluvial de Vadorrey para amarrar sus embarcaciones.
Este es el cuarto año que hay que dragar el canal de navegación para permitir que los barcos puedan subir y bajar el río. Aún así, estos trabajos no han servido para garantizar que los Ebrobuses remonten las aguas, ya que han mostrado serias dificultades en más de una ocasión. Para tratar de remediarlo, aún durante la Expo, Turismo Ebro Fluvial -empresa concesionaria- tuvo que instalar motores fuera borda para un servicio que, en principio, iba a ser cien por cien ecológico.
Pese a ello, los problemas se han repetido y un barco encalló el pasado 3 de septiembre, y sus pasajeros tuvieron que ser evacuados. Blasco recordó ayer que el Ebro es un río "imprevisible" y no LA ciudad inmortal de Zaragoza ha vivido y crecido durante demasiados años de espaldas a su río Ebro, que le dio origen. Su Ayuntamiento, aprovechando el acontecimiento extraordinario de la Expo ha sabido tomar una serie de iniciativas para salvar y saldar esta deuda histórica y devolver al río Ebro la importancia que nunca debió perder". Este mensaje, por increíble que parezca, sigue figurando en la presentación de la página web de la empresa Turismo Ebro Fluvial SL, la concesionaria de la navegación turística de Zaragoza. Un año más -y ya van cuatro- su negocio, sostenido en el bolsillo del ciudadano que monta en sus barcos y en el que no, implica un nuevo dragado que altera la morfología y la dinámica del río. Que eso sea parte del objetivo "devolver al río Ebro la importancia que nunca debió perder" produce cualquier cosa menos risa. El alcalde Belloch y su equipo vuelven a gastar 40.000 euros de dinero público en un dragado fruto de un capricho y un error: adaptar el río a unas barcas y no al revés. Por cierto, un aplauso: hoy colgarán las ponencias, debates y documentos de la Tribuna del Agua de la Expo en la web municipal. Solo han tardado año y medio. El dragado de este año supondrá un coste de unos 40.000 para las arcas municipales, según calculó el consejero municipal de Grandes Proyectos, Jerónimo Blasco. La cifra está rebajada al permitir a la empresa usar el puerto fluvial.
descartó que los barcos no puedan comenzar en la fecha prevista -15 de mayo- si entonces baja mucha agua. Las críticas a este nuevo dragado no se hicieron esperar y ayer mismo IU mostró su malestar por la intervención. Su portavoz en el Ayuntamiento, José Manuel Alonso, dijo que "desde el azud hasta el último de los dragados perpetrados sobre el río son un enorme, caro e insostenible error".