La Comisión Europea dio ayer un plazo de dos meses al Gobierno de España, para que corrija las deficiencias que comete en la aplicación de la directiva marco de Aguas. Esta institución señala como uno de los aspectos que debe resolverse con urgencia la delimitación de la cuenca hidrográfica del Júcar, así como los ríos que debe gestionar la Generalitat valenciana.

Esta advertencia se produce tras una queja presentada por la organización ecologista WWF. Esta entidad denunció carencias en la política española de aguas y la Comisión Europea recuerda que, en caso de no solucionar la «defectuosa transcripción de la normativa europea a la legislación española, la Comisión podría decidir presentar una demanda ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea».

La Generalitat interpretó este toque de atención como un claro apoyo a sus reivindicaciones en esta cuestión, pero lo cierto es que la CE se limita a instar al Gobierno a que se definan de una vez por todas las fronteras de la cuenca del Júcar, según explicó el experto en Aguas Continentales de WWF, Alberto Fernández.

Lo que sí que se puede deducir del dictamen de la Unión Europea, es que este organismo insta al Gobierno a que deje de alimentar luchas estériles entre autonomías e imponga una solución de consenso, puesto que, si la cuenca no está delimitada, tampoco se puede sacar adelante el nuevo plan hidrológico del Júcar.

La Generalitat rechaza los decretos que el Gobierno ha presentado para solucionar estos asuntos. Asegura que de salir tal y como están planteados, Castilla- La Mancha tendrá mayor poder de decisión sobre el Júcar, cuando el 90 por ciento de la población que bebe de este río es valenciana.