El nuevo Plan Hidrológico del Ebro, que entrará en vigor este año, lo terminará una contrata externa a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que cobrará más de un millón de euros. El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha adjudicado a la UTE formada por Intensa-Inarsa, SA y Zeta Amaltea, SL los trabajos para "finalizar el plan, garantizar la implantación de las nuevas medidas recogidas en este documento básico para la gestión hidráulica y el seguimiento de todas las acciones como obliga la Directiva Marco del Agua a las cuencas europeas".

Tal y como aseguran desde el propio ministerio, la contrata, que en total asciende a 1.135.442 euros, se debe a la necesidad de "una aportación mayor de personal" durante este año para concluir estos trabajos a tiempo. Esta práctica se generaliza a todas las confederaciones de cuenca.

El seguimiento de las medidas es obligatorio según recoge la Directiva Marco del Agua, que ha fijado los criterios básicos de planificación de todas las cuencas de la Unión Europea. Y el ministerio apuesta por que el mismo no lo ejecute el propio personal de las distintas confederaciones, sino una "ayuda" externa en asistencia técnica, que en el caso del Ebro "trabajará dirigida por la oficina de planificación de la Confederación Hidrográfica del Ebro".

Esta decisión está siendo comentada en algunos sectores relacionados con el agua, que se preguntan el por qué de la misma en un contexto de crisis como el actual y cuando desde todos los ámbitos se están disponiendo de medidas correctoras del gasto.

DOS AÑOS DE PLAZO El proyecto de seguimiento y revisión que se ha adjudicado tiene un plazo de 24 meses, mientras que no hay un plazo fijo para aprobar, a lo largo de este año, el Plan de la Demarcación del Ebro.

Los planes se marcan como objetivo el buen estado y la adecuada protección del dominio público hidráulico; la satisfacción de las demandas; el equilibrio del desarrollo regional y sectorial y busca incrementar la disponibilidad del recurso, protegiendo su calidad, economizando su empleo y racionalizando sus usos.

La planificación lleva retraso según el calendario marcado en su día por el ministerio y la CHE en el documento Demarcación Hidrográfica del Ebro. Programa, calendario y fórmulas de consulta, que establecía para el pasado lunes la fecha tope de entrega a Bruselas de un primer borrador del plan. De ahí la necesidad de impulsar y reforzar los trabajos.