Per capita consumption of water doubles the amount recommended by WHO

Tue, 23/03/2010

Diario de León

León sigue la estela de los países desarrollados en consumo de agua por habitante; cada individuo consume una cantidad que oscila entre los 155 y los 166 litros por día, sensiblemente inferior a la media de los lugares en los que el reloj del desarrollo lleva un par de vueltas de ventaja. Aún así, la cantidad duplica a la que recomienda la Organización Mundial de la Salud en referencia al ajuste ideal del gasto de agua por persona. La conmemoración del Día Mundial del Agua acerca la tarea didáctica para acercar a la población de la necesidad de concienciarse en que el ahorro de un bien común comienza de puertas adentro de casa. Se recetan medidas de respeto para que el consumo no acabe disfrazado de despilfarro. La primera, por la apertura del grifo: un minuto con un tubo de salida convencional se escapan 12 litros de agua por el desagüe; puede ocurrir con actividades cotidianas como en el afeitado o mientras el cepillado de los dientes. Se recomienda prescindir del baño y elegir la ducha para el aseo personal; entre uno y otro método median 150 litros. Las juntas de los grifos explican otra de las vías de escape de agua a ninguna parte: un goteo persistente se mide por 180 litros al mes. Las cisternas de los sanitarios con media carga ponen otro punto de raciocinio.

En paralelo, los expertos en sostener el consumo de agua sacan los métodos de ahorro del domicilio, y los trasladan a los complementos de la vida moderna. Lavar el coche con una manguera lleva 500 litros de empeño, frente a los 40 o menos que supondría meterlo en un tren de lavado.

A la hora de pensar de dónde viene el agua y hacia dónde va cuando sale de la tubería ayuda a ganar conciencia otros de los valores que miden la materia prima hídrica, propios de la jornada que ayer algunos de los colectivos e instituciones implicadas en gastos, gestión y consumo dedicaron a instruir al ciudadano. Una taza de café habrá devorado para ser tal 150 litros de agua; una camiseta, 4.000 litros; una bolsa de aperitivos o fritos, 180 litros; una hoja de papel, diez litros; un huevo, 135 litros; un vaso de leche, en torno a los 200 litros. Derivan los cálculos de la huella hídrica que marcan los países en consumo de agua; o lo que necesita una sociedad para producir.