The rains are translated in the end of the drought in the Segura river basin

Fri, 05/03/2010

El Faro

La Cuenca del Segura, con unas existencias propias de 483 hectómetros cúbicos (hm3), ha alcanzado una situación de normalidad, después del episodio de sequía hidrológica más largo e intenso de este río, que se ha prolongado durante cuatro años hidrológicos, con aportaciones anuales de menos de 150 hm3.

Tras la reunión de la Comisión permanente de la Sequía de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), el presidente de este organismo, Salvador Fuentes Zorita, ha explicado que las abundantes lluvias de los meses de invierno, principalmente en la zona de cabecera, han favorecido que los embalses de esta zona, como el de El Cenajo y La Fuensanta, recuperen niveles que no presentaban desde hace 30 años.

A este respecto, ha indicado que el embalse de Fuensanta se encuentra al 65 por ciento de su capacidad, con 160 hm3 almacenados, y el de El Cenajo al 51 por ciento, con un volumen de 223 hm3.

Asimismo, ha señalado que en las aportaciones recibidas por la cuenca en febrero, con 150 hm3, han sido más elevadas que las registradas durante todo el año hidrológico 2007-2008, con 127 hm3.

Fuentes Zorita ha precisado que la sequía climatológica no ha terminado, ya que se pueden volver a registrar nueve meses sin que apenas se produzcan lluvias, como ocurrió entre abril y diciembre de 2009, periodo sin precipitaciones en el que sólo se produjo una gota fría en septiembre.

En este sentido, Fuentes Zorita ha señalado que la actual situación de normalidad se mantendrá durante muchos años si se continúa con la prudencia en la gestión de recursos que exige la inestabilidad meteorológica y, además, se considera que la aportación media de la cuenca es de 300 hm3 para hacer una regulación hiperanual de los recursos que permita almacenar este nivel en cabecera.

Ha indicado que esta situación garantiza el suministro de agua a los usuarios de la cuenca y que las aportaciones de los últimas meses han contribuido a eliminar la acumulación de sales en la cuenca, a la limpieza de los cauces y a aumentar los niveles de oxigenación del río Segura.

Por otra parte, ha explicado que las lluvias y el deshielo de la nieve provocaron en febrero avenidas de hasta 238 metros cúbicos por segundo en la zona del río Mundo, por lo que se tuvieron que controlar y laminarlas para evitar inundaciones en la confluencia con el río Segura y se llevaron a cabo desagües controlados en los embalses de Talabe y Camarillas, que llegaron a estar por encima del 80% de su capacidad.