Álava on yellow alert by the possible return of the snow risk

Tue, 09/02/2010


Este invierno persiste en su crudeza. Lluvias constantes, nevadas copiosas y heladas sucesivas han curtido unos termómetros que se están acostumbrando a convivir con una climatología algo más áspera que la acontecida a lo largo de los últimos años. Tal es la situación que el Departamento de Interior del Gobierno Vasco ha decidido activar desde hoy la alerta amarilla ante el descenso de la cota de nieve, que mañana podría situarse en torno a los cien metros. El caso es que según las previsiones meteorológicas, la cota de nieve bajará hoy desde los 1.100 metros hasta los 500 al final del día, con precipitaciones débiles y probabilidad de heladas débiles en puntos muy concretos del territorio histórico. Con todo y con eso, lo peor no llegará hasta mañana. Entonces, se espera que la cota de nieve descienda en torno a los 300 metros durante las horas centrales. También es probable que a últimas horas se sitúe en torno a los cien metros, por lo que si se suceden precipitaciones, éstas serán de nieve.

Cabe recordar que en lo que va de año, los responsables de Interior se han visto en la necesidad de activar los diferentes grados de alerta por nieve en varias ocasiones. No en vano, desde que comenzó este año, el territorio ha amanecido varios días sepultado por un manto blanco, otros tantos azotado por ventiscas asociadas al hielo y a las nevadas y varios más con los termómetros muy por debajo de la cota 0. En ese sentido, la última nevada llegó hace apenas una semana. Y, como es habitual con estos fenómenos, las precipitaciones provocaron alteraciones en la circulación en las carreteras alavesas. Para poner coto a tales incidencias, es probable que la Diputación alavesa active también el operativo de vialidad invernal en su fase de emergencia, dispositivo que consiste en la utilización de varias decenas de operarios y un mínimo de 12 quitanieves con los que contrarrestar las posibles precipitaciones. En cualquier caso, con el riesgo de nieve es más que posible que puertos como Opakua, Herrera, Orduña y Azazeta requieran del uso de cadenas para poder circular por ellos.

Los pantanos, un poco más aliviados

Tras más de una semana de desembalse continuo, el pantano de Ullibarri vuelve a la normalidad. Pese a la inquietud que sembró la acumulación de nieve y precipitaciones en las montañas que nutren la balsa y al Zadorra, la apertura de compuertas ha logrado el equilibrio en el vaso del lago más grande de los existentes en el territorio histórico. De hecho, según los datos facilitados a este diario por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), entidad que gestiona la cuenca del río Zadorra, el embalse contiene en la actualidad 127 hectómetros cúbicos de agua. El dato no deja de ser positivo, ya que significa que el citado se encuentra lleno en un 87%, por lo que, si no lloviese en los próximos meses, Vitoria y Bilbao tendrían garantizado el suministro hídrico para más de un año. Por otra parte, la balsa de Santa Engracia, más conocida como la de Urrunaga, se encuentra en cifras relativas inferiores a las que presenta el otro pantano del sistema del Zadorra. En concreto, las cifras de la Confederación aseguran que el lago que baña Legutiano está al 65% de su capacidad al contener 47 hectómetros cúbicos del líquido elemento.