The Canary Islands investigate to use the solar energy to desalt water on a large scale
Wed, 03/02/2010
El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) trabaja, junto a otras empresas, para usar la energía solar como recurso energético para desalar agua a gran escala, para grandes aglomeraciones urbanas, dijo en una entrevista con Efe, Baltasar Peñate, jefe del departamento de Agua del ITC.
Baltasar Peñate explicó que las tecnologías que estudia el Instituto Tecnológico de Canarias no son viables económicamente para aplicar ahora, ya que el coste del metro cúbico de agua desalado sería de varios euros, mientras que en la actualidad, con combustibles fósiles, oscila entre los 60 y los 80 céntimos, en el archipiélago canario.
Se trata de prepararse para escenarios en los que los combustibles fósiles sean escasos, caros e intermitentes.
Estos trabajos forman parte del proyecto Consolida, liderado por la empresa Abengoa Solar NT y cofinanciado por el Ministerio de Ciencia e Innovación para avanzar en el conocimiento de la tecnología de concentración solar para generar calor a alta temperatura y luego utilizarlo en procesos industriales, en producción eléctrica y agua desalada.
Se trata de un proyecto, el Consolida, que ha sido presentado al programa de Consorcios Estratégicos Nacionales en Investigación Técnica (CENIT), que financia grandes proyectos de investigación de carácter estratégico, de gran dimensión y largo alcance, en áreas tecnológicas de futuro y con potenciar proyección internacional.
El trabajo del ITC, junto a las empresas Abengoa Solar, Emalsa y Serled Consultores, y con los apoyos de dos organismos públicos de investigación -Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Ciemat-Plataforma Solar de Almería- para desalar agua a gran escala por medio de energía solar es novedoso porque se plantea para alimentar de energía a plantas desaladoras de agua de mar existentes en grandes poblaciones costeras.
Con este proyecto se quiere conseguir la integración efectiva de la desalación de agua de mar dentro de plantas de producción de energía basadas primariamente en energía solar térmica de concentración.
Baltasar Peñate explicó que se trata de aprovechar la energía del sol para o bien generar vapor que mediante una turbina genere electricidad que luego va a una planta desaladora (uso termoeléctrico), o bien para calentar el agua de mar para ser destilada en un proceso de destilación industrial.
Ambos procesos serían de interés para Canarias, ya que, de forma mayoritaria, la ósmosis inversa, que requiere energía eléctrica, es la tecnología que se explota en Canarias en la actualidad con combustibles fósiles, además de que se podrían recuperar procesos de destilación que tendrían viabilidad hibridando las energías fósiles con las renovables.
En el proyecto que trabaja el ITC se analizan esas dos alternativas, y una tercera más emergente, que es la destilación solar con membranas hidrofóbicas.
Baltasar Peñate indicó que se trata de una tecnología muy nueva, pues se investiga con plantas pilotos de pequeña capacidad desde hace siete u ocho años y se trata de destilar agua a bajas temperaturas.
El Instituto Tecnológico de Canarias trabaja junto a los socios del proyecto para ver la viabilidad de estas tres alternativas a gran escala a nivel internacional, de forma que se obtengan más de 30.000 metros cúbicos de agua al día, algo que supondría generar agua a escalas industriales con el uso exclusivo de la energía del sol.
Explicó Baltasar Peñate que los ratios de desalación de agua de mar en Las Palmas de Gran Canaria oscilan en la actualidad por encima de los 65.000 metros cúbicos de agua al día, mientras que la de Santa Cruz de Tenerife está cercana a los 20.000 metros cúbicos al día.
Los trabajos se iniciaron hace más de un año y los estudios de viabilidad se están terminando, de modo que a partir de abril se entrará en una segunda fase, en la que se redactarían proyectos precomerciales de las tres propuestas.
Baltasar Peñate explicó que las tecnologías que estudia el Instituto Tecnológico de Canarias no son viables económicamente para aplicar ahora, ya que el coste del metro cúbico de agua desalado sería de varios euros, mientras que en la actualidad, con combustibles fósiles, oscila entre los 60 y los 80 céntimos, en el archipiélago canario.
Se trata de prepararse para escenarios en los que los combustibles fósiles sean escasos, caros e intermitentes.
Estos trabajos forman parte del proyecto Consolida, liderado por la empresa Abengoa Solar NT y cofinanciado por el Ministerio de Ciencia e Innovación para avanzar en el conocimiento de la tecnología de concentración solar para generar calor a alta temperatura y luego utilizarlo en procesos industriales, en producción eléctrica y agua desalada.
Se trata de un proyecto, el Consolida, que ha sido presentado al programa de Consorcios Estratégicos Nacionales en Investigación Técnica (CENIT), que financia grandes proyectos de investigación de carácter estratégico, de gran dimensión y largo alcance, en áreas tecnológicas de futuro y con potenciar proyección internacional.
El trabajo del ITC, junto a las empresas Abengoa Solar, Emalsa y Serled Consultores, y con los apoyos de dos organismos públicos de investigación -Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Ciemat-Plataforma Solar de Almería- para desalar agua a gran escala por medio de energía solar es novedoso porque se plantea para alimentar de energía a plantas desaladoras de agua de mar existentes en grandes poblaciones costeras.
Con este proyecto se quiere conseguir la integración efectiva de la desalación de agua de mar dentro de plantas de producción de energía basadas primariamente en energía solar térmica de concentración.
Baltasar Peñate explicó que se trata de aprovechar la energía del sol para o bien generar vapor que mediante una turbina genere electricidad que luego va a una planta desaladora (uso termoeléctrico), o bien para calentar el agua de mar para ser destilada en un proceso de destilación industrial.
Ambos procesos serían de interés para Canarias, ya que, de forma mayoritaria, la ósmosis inversa, que requiere energía eléctrica, es la tecnología que se explota en Canarias en la actualidad con combustibles fósiles, además de que se podrían recuperar procesos de destilación que tendrían viabilidad hibridando las energías fósiles con las renovables.
En el proyecto que trabaja el ITC se analizan esas dos alternativas, y una tercera más emergente, que es la destilación solar con membranas hidrofóbicas.
Baltasar Peñate indicó que se trata de una tecnología muy nueva, pues se investiga con plantas pilotos de pequeña capacidad desde hace siete u ocho años y se trata de destilar agua a bajas temperaturas.
El Instituto Tecnológico de Canarias trabaja junto a los socios del proyecto para ver la viabilidad de estas tres alternativas a gran escala a nivel internacional, de forma que se obtengan más de 30.000 metros cúbicos de agua al día, algo que supondría generar agua a escalas industriales con el uso exclusivo de la energía del sol.
Explicó Baltasar Peñate que los ratios de desalación de agua de mar en Las Palmas de Gran Canaria oscilan en la actualidad por encima de los 65.000 metros cúbicos de agua al día, mientras que la de Santa Cruz de Tenerife está cercana a los 20.000 metros cúbicos al día.
Los trabajos se iniciaron hace más de un año y los estudios de viabilidad se están terminando, de modo que a partir de abril se entrará en una segunda fase, en la que se redactarían proyectos precomerciales de las tres propuestas.