Todo el casco urbano de Zaragoza estará a salvo de las riadas excepcionales del Ebro, las establecida para 500 años, en el primer trimestre del 2011. Una mota en la zona del río más próxima al párking norte de la Expo y la construcción de un tanque de tormentas en Vadorrey completarán la protección de la ciudad frente a las grandes avenidas del río. Estas dos actuaciones, que estarán terminadas en el primer trimestre del 2011, tienen un presupuesto global de ocho millones de euros, sufragados por los fondos de cohesión de la Unión Europea y el Gobierno central.
El consejero de Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, confirmó ayer que la ciudad reforzará los puntos débiles frente a las avenidas con la construcción de estas dos infraestructuras que evitarán la inundación frente a riadas de 5.000 metros cúbicos por segundo, más del doble de la que soportó Zaragoza antes de la Expo 2008, que registró un caudal de 2.300 metros cúbicos por segundo.
A cargo del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local (FEESL)del 2010, se destinarán 522.000 euros a la conversión de una zona ajardinada de 500 metros lineales junto al vial de la Ronda de Boltaña y la construcción de una nueva mota en la confluencia del párking norte de la Expo con la A-2, que tendrá 70 centímetros de media. El proyecto, que está en fase de redacción, requiere seis meses de obras y estará acabado antes de fin de año. Esta intervención de ribera evitará que se anegue la margen izquierda, algo que ya se consiguió en la orilla derecha gracias al Plan de Riberas.

EFECTO NUEVA ORLEANS

Un tanque de tormentas que podrá almacenar hasta 9.360 metros cúbicos de agua y bombear 1.500 litros por segundo en Vadorrey evitará que en Zaragoza se produzca el denominado efecto Nueva Orleans. Es decir, garantizará la evacuación del agua aún en situaciones de avenida por grandes precipitaciones, filtraciones provocadas por las crecidas del Ebro, ascenso del nivel freático o posibles entradas de agua desde el río por los colectores. Así lo explicó Manuel Júlvez, el coordinador del área de Infraestructuras, quien señaló que este proyecto, valorado en 7,5 millones de euros, garantizará el desagüe a través del alcantarillado. Es decir, que si el agua entra a la ciudad, podrá salir sin dificultad.
En situaciones ordinarias, este tanque de tormentas recogerá la primera fracción de agua de lluvia, que arrastra consigo el polvo y la suciedad de las calles, y la bombeará hasta la depuradora de La Cartuja. El resto del agua, se almacenará en el depósito y se bombeará al río de forma controlada para no rebasar la capacidad de los colectores.
El tanque de tormentas de Vadorrey está en proceso de contratación y tiene un plazo de ejecución de doce meses, por lo que podría estar a punto en el primer trimestre del 2011, fecha en la que Zaragoza estará completamente a salvo de la avenida de 500 años.
Blasco añadió que la protección contra estas grandes avenidas no significa que espacios como el aparcamiento sur de la Expo o el parque Luis Buñuel, que quedan dentro de la zona inundable.