El río Nacimiento es «un río» y no una escorrentía de agua de lluvia. Ha tenido que ser una sentencia del Tribunal Supremo la que aclarase la cuestión. Un propietario de suelo en esta zona (donde se han realizado grandes desarrollos urbanísticos en los últimos años) contaba con terreno dentro del espacio afectado y delimitado como dominio público, tras el deslinde realizado por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS). La entidad de Cuenca dependiente del Ministerio de Medio Ambiente abrió un expediente de infracción en el año 2001 contra el particular que había inscrito en el registro como privado parte de su finca «dentro del cauce» deslindado. En ese momento comenzó un largo proceso judicial que concluye ahora con la sentencia del Tribunal Supremo que rechaza un recurso de casación del particular, dándole la condición de «río», a un cauce que ya lo tenía por su nombre, aunque la mayor parte de los vecinos de la costa desconozcan su existencia. Según explica la sentencia un «voluminoso y completo expediente pericial demuestra con todo detalle que la condición de cauce natural» se da en el terreno donde la Confederación realizó el deslinde, e incluso «aparecen estacas de delimitación del deslinde en el tramo del cauce incluido en la finca». El propietario de esos terrenos alegaba que los adquirió «amparándose en la fe pública registral» y que por ese cauce no pasaba más caudal que el de la escorrentía de la lluvia. Para los técnicos que realizaron el informe «parece difícil despreciar un caudal de 3,70 litros por segundo como caudal mínimo» a la hora de justificar «la improcedencia del deslinde». El particular aseguraba que para el caso del río Nacimiento no se disponen de los datos de aforo fiables y el informe pericial era «parcial» y «sólo contiene meras hipótesis, limitándose a realizar simulaciones de máxima crecida». El tribunal, sin embargo, aduce que el documento técnico que avala la sentencia «cuenta con una claridad y rotundidad encomiables». El río Nacimiento discurre entre las estribaciones de Sierra Escalona, atravesando la Dehesa de Campoamor, alternando los términos municipales de Orihuela y Pilar de la Horadada, para desembocar en las playas de Orihuela a lo largo de unos 20 kilómetros. Transporta un caudal exiguo, y solo lleva agua por tramos, al igual que su otro cauce hermano de la costa oriolana, que responde mejor con su denominación a la realidad sobre el terreno: el río Seco. Ambos son más protagonistas por ser capaces de provocar grandes avenidas cuando caen lluvias torrenciales.
El informe asegura que el lecho transporta un caudal mínimo de 3,70 l/s