La ampliación de la estación depuradora de aguas residuales de Vigo da un paso más. El Consello de la Xunta autorizó un gasto de más de 126 millones de euros como paso previo a la aprobación del convenio con el Ministerio de Medio Ambiente y el Concello de Vigo, que llevará a la consecución de esta obra y que supondrá la mayor infraestructura hidráulica de esta legislatura. Feijoo apuntó que de esta forma se cumple con el doble objetivo de dar una respuesta a la Unión Europea y a los vigueses. De los 126 millones autorizados, 107,2 corresponden a Augas de Galicia, el 45% del coste total del proyecto, mientras que la Administración hidráulica tendrá que abonar más de 19 en concepto de intereses. Pese al compromiso del Gobierno gallego, lo cierto es que esta obra es una de las más afectadas por el recorte presupuestario de los fondos generales del Estado. Si en el 2009 fue el principal proyecto del Gobierno de Zapatero, con un total de 101 millones, en el 2010 no llegará a los diez. La Xunta ha hecho una propuesta para poder financiar esta actuación que ya fue aceptada por el Ministerio de Medio Ambiente. Feijoo recordó que la única posibilidad era pagar con intereses y a plazos, por lo que en lo que respecta a la cofinanciación de la Xunta, se hará en quince anualidades, con lo que se podrá diferir el pago hasta el 2024. Respecto a la consecución de las obras, sin embargo, el presidente del Gobierno gallego aseguró que «se fará no tempo previsto». La autorización de este gasto es el paso previo a la aprobación del convenio entre las tres Administraciones implicadas para la construcción de la depuradora, la Consellería de Medio Ambiente, el ministerio, y el Concello de Vigo. Feijoo recordó que se trata del mayor compromiso de la Xunta con una depuradora, ya que supone el 9% de la inversión prevista por el Ejecutivo en saneamiento y abastecimiento. Antes de la llegada al gobierno del actual equipo se había elaborado un borrador de convenio, pero sin tramitar. Este texto, cuya redacción se había iniciado a principios del 2008, preveía una inversión de 115 millones de fondos propios de la Xunta en varias anualidades hasta el 2014, algo que superaba los límites presupuestarios que permite la normativa vigente, y que por lo tanto impedía a Augas de Galicia financiar las obras dentro de ese plazo. Reformular El nuevo Gobierno se comprometió a asumir su participación en este proyecto, pero reformulando la forma de financiación, por lo que con la aprobación del gasto autorizado en quince anualidades se da un paso previo a la firma del convenio.