The crisis reduces a 15% the water consumption in pubs and businesses in two year

Mon, 23/11/2009

Diario de Sevilla

La tendencia a la baja en el consumo industrial de agua se acentúa. El descenso de la actividad como consecuencia de la crisis económica provoca una caída de hasta el 15% en industrias, bares y demás negocios en los dos últimos años si se comparan las fechas de enero a julio de 2007 con las de 2009. Emasesa sólo tiene leídos y facturados del presente año los consumos hasta el mes de julio, razón por la cual el análisis se limita a este período temporal. La máxima caída se refleja en el consumo nocturno en la capital, que supera el 15%, mientras que el diurno lo ha hecho casi un 14%. A fecha de marzo pasado, el descenso se situaba en el 12%, por lo que la caída ha registrado un aumento de tres puntos.
La compañía municipal atribuye, efectivamente, a la menor producción este descenso en el consumo, sin olvidar otros factores como las campañas de concienciación que periódicamente se ponen en marcha para favorecer el uso racional de un bien escaso, y a la mejora de las infraestructuras para garantizar un mejor aprovechamiento.
Emasesa, una vez más, se enfrente con estos datos a su propia paradoja. El menor consumo de un recurso escaso como el agua es un éxito indiscutible, pero también incide negativamente en la facturación de la empresa. Las cifras actuales de consumo industrial sitúan a la empresa en índices iguales o casi más bajos que en 2003, cuando, precisamente, comenzó un repunte de la actividad económica tras unos años no especialmente boyantes.
El historial de Emasesa revela que los consumos industriales se ajustaron a criterios de mayor eficiencia tras el último periodo de sequía (1992-1995), si bien a partir de 1996 se registraron subidas progresivas anuales en función de una mayor actividad económica. La tendencia al alza se mantuvo hasta el último trimestre de 2008, cuando comenzó un descenso que se agravó en el arranque de 2009 y que ha terminado por acentuarse en los meses posteriores.
El gasto industrial de agua supone el 25% del volumen de negocio de Emasesa, razón por la que la caída de facturación tiene consecuencias en las previsiones económicas de la empresa. De cada 100 litros que suministra la entidad, 25 son demandados por industrias, bares, centros sanitarios y comercios de todo tipo. Este descenso, sumado al también registrado en el consumo doméstico (un 12% inferior al del año 1992), ha obligado a la compañía a subir las tarifas para 2010 con la finalidad de adaptar el precio al valor real del servicio. Los técnicos de Emasesa han realizado un estudio de equivalencias del precio del agua con otros artículos y han llegado a la conclusión, por ejemplo, de que un día de consumo de agua vale lo mismo que una barra de pan, dos días equivalen a una caña de cerveza, tres a un desayuno y nueve a una enterada de cine. Un estudio encargado recientemente a la consultora Stiga, que elaboró 1.200 encuestas, revela que sólo el 3,4% de los clientes consideran necesaria una bajada de las tarifas.
El programa de subida tarifarias es ciertamente complejo. La cuota fija de saneamiento se incrementa en 1,06 euros para por vivienda y mes como consecuencia del fuerte incremento en el tratamiento y control de las aguas por la normativa ambiental. Con esta medida, entre otras, la subida será de en torno a un euro en el recibo tipo de una familia normal, de 1,80 euros al mes en un pequeño comercio y oficina, de 1,83 euros al mes en facturas de comercios y bares, y de 18,65 euros al mes para comercios tipo talleres de reparación de vehículos, supermercados o industrias medias con una factura media de 300 euros. Emasesa también se ha comprometido a recortar gastos para lograr unos ahorros de 1,8 millones de euros, de los que se espera conseguir 1,5 a lo largo de 2010 sin merma del servicio.
Emasesa no teme reacciones de rechazo a la subida tarifaria, pues asegura que del mismo estudio se deduce que el grado de satisfacción de los clientes es de un 8,4 sobre 10. Los aspectos que influyen más positivamente en la imagen de la compañía son las características del agua (25%) y su factura y precio (23%). La incidencia del gasto del agua en la economía familiar sería sólo de un 6% en comparación con los gastos de electricidad (61%), teléfono (18%) y gas (15%).
Para el establecimiento de los nuevos precios, Emasesa ha partido de la base de que las tarifas de uso industrial (fábricas y bares) son las terceras más baratas en Andalucía en comparación con las vigentes en otras cinco entidades que operan en la región.
El próximo año también traerá previsiblemente novedades para el esquema de trabajo interno de Emasesa, pues incluirá en las facturas de casi 30.000 negocios el cobro de la tasa de basura cada tres meses (y no semestralmente como se cobraba hasta ahora por los servicios de la Hacienda local). La empresa municipal derivará los ingresos al Ayuntamiento, por lo que su labor será meramente recaudatoria.