The irrigators will not change the water of wells by desalinated water
Tue, 03/11/2009
Los acuíferos de Alicante no dejarán de ser explotados con la puesta en marcha de la desalinizadora de Torrevieja. Los regantes no están dispuestos a renunciar a los derechos de agua que tienen adquiridos y que les permite explotar pozos a cambio de agua desalada. El portavoz de Riegos de Levante de la margen izquierda, Ángel Urbina, advirtió de que el agua que procede de las plantas desalinizadoras no es asequible para el agricultor, a menos que reciba subvenciones, «tal y como ocurre en otros sectores».
Urbina explicó que si en lugar de recibir agua de una desaladora ésta proviniese del trasvase, si que podrían renunciar a explotar los pozos y permitir así la regeneración de los acuíferos, «como ocurrirá gracias al trasvase Júcar- Vinalopó».
La comunidad de Riegos de Levante representa un 30 por ciento del Sindicato del Acueducto Tajo- Segura, organismo que está negociando con el Ministerio de Medio Ambiente un acuerdo para establecer a qué precio se venderá el agua procedente de la desaladora de Torrevieja, una planta que debe entrar en servicio en 2010. Este diario intentó sin éxito ponerse en varias ocasiones en contacto con un portavoz del Sindicato Tajo-Segura para conocer su opinión sobre este asunto.
Urbina insistió en que el Gobierno debe dar soluciones al problema de la escasez hídrica con el que históricamente viven los regantes alicantinos. Aseguró que en estos momentos están regando 35.000 hectáreas con los 20 hectómetros cúbicos que reciben del Tajo- Segura pero necesitan al menos cien hectómetros cúbicos más.
Por su parte, el vicepresidente de la Federación de Regantes Valencianos, Andrés Martínez, insistió en que el agua desalada es inasequible para un agricultor, por lo que considera que ningún regante dejará de utilizar el agua de un pozo que vale diez céntimos el metro cúbico a cambio de un agua desalada por la que pagará un euro cuando llegue a su parcela.
Urbina explicó que si en lugar de recibir agua de una desaladora ésta proviniese del trasvase, si que podrían renunciar a explotar los pozos y permitir así la regeneración de los acuíferos, «como ocurrirá gracias al trasvase Júcar- Vinalopó».
La comunidad de Riegos de Levante representa un 30 por ciento del Sindicato del Acueducto Tajo- Segura, organismo que está negociando con el Ministerio de Medio Ambiente un acuerdo para establecer a qué precio se venderá el agua procedente de la desaladora de Torrevieja, una planta que debe entrar en servicio en 2010. Este diario intentó sin éxito ponerse en varias ocasiones en contacto con un portavoz del Sindicato Tajo-Segura para conocer su opinión sobre este asunto.
Urbina insistió en que el Gobierno debe dar soluciones al problema de la escasez hídrica con el que históricamente viven los regantes alicantinos. Aseguró que en estos momentos están regando 35.000 hectáreas con los 20 hectómetros cúbicos que reciben del Tajo- Segura pero necesitan al menos cien hectómetros cúbicos más.
Por su parte, el vicepresidente de la Federación de Regantes Valencianos, Andrés Martínez, insistió en que el agua desalada es inasequible para un agricultor, por lo que considera que ningún regante dejará de utilizar el agua de un pozo que vale diez céntimos el metro cúbico a cambio de un agua desalada por la que pagará un euro cuando llegue a su parcela.