The radar of Environment to predict weathers will begin to work in summer of 2010
Mon, 26/10/2009
Inundaciones como las ocurridas el pasado sábado en Vigo o Redondela podrán predecirse cuando la Xunta ponga en marcha su propio radar meteorológico. Aunque este dispositivo tenía que estar ya activo a principios de este año, su instalación se ha retrasado y no podrá empezar a funcionar hasta el verano de 2010. La Consellería de Medio Ambiente ya dispone del equipo tecnológico necesario para el radar y ahora queda construir la torre de hormigón que lo sustentará y que se ubicará en la localidad pontevedresa de Cuntis. Las obras para levantar la estructura empezarán a principios de noviembre.
Con este nuevo instrumento se podrán predecir temporales e inundaciones con mayor fiabilidad y rapidez, lo que permitirá prepararse con antelación para afrontar posibles desastres meteorológicos. Será el primer radar de Meteogalicia y complementará al que la Agencia Estatal de Meteorología tiene en Cerceda (A Coruña). Su ubicación, en Cuntis, facilitará además dar predicciones más fiables para las Rías Baixas.
"Se necesitaba que estuviese en la vertiente atlántica, lo más cerca de la costa y en un monte elevado", explica el director de Meteogalicia, Vicente Pérez Muñuzuri para justificar la localización de este radar en Monte Xesteira (Cuntis).
Para su correcto funcionamiento y abarcar el máximo de territorio de la comunidad, el radar necesita un emplazamiento alto, despejado de construcciones y sin parques eólicos en sus proximidades, ya que podrían alterar sus lecturas.
Aunque la previsión es que empezara a funcionar a principios de este año, el cambio de gobierno en la Xunta ha retrasado las obras para construir la torre de hormigón que lo sustentará. Se trata de una estructura especial diseñada para que el radar no vibre cuando se produzcan ráfagas fuertes de viento, ya que eso podría alterar sus lecturas. Esta torre tendrá 45 metros de altura y 8 metros de diámetro. Su apariencia será semejante a la de una torre de control de un aeropuerto. Para instalar la antena se cuenta con un presupuesto que supera los 2,3 millones de euros.
Con este radar se reducen al mínimo los errores en los pronósticos. Una predicción fiable es fundamental para anticiparse a temporales como los que se sucedieron en Galicia durante el pasado invierno y que causaron numerosos destrozos y obligaron incluso a suspender las clases en los colegios.
Ahora los temporales se predicen en base a modelos matemáticos que utilizan distintas variables meteorológicas. Sin embargo, con el radar en funcionamiento se podrán observar en tiempo real todos los frentes que entran en la comunidad en un radio de 250 kilómetros. "Podemos determinar con exactitud alta por dónde va a pasar el frente y la intensidad de las lluvias en cada área concreta", explica Pérez Muñuzuri.
En cada barrido del radar se podrá precisar la localización de las nubes, su trayectoria y velocidad, la cantidad de agua que contienen y si ésta es liquida o hay riesgos de granizo.
El radar permitirá además saber en qué partes del territorio se van a producir más precipitaciones y, en función de eso, calcular que ríos corren riesgo de desbordarse.
Con este nuevo instrumento se podrán predecir temporales e inundaciones con mayor fiabilidad y rapidez, lo que permitirá prepararse con antelación para afrontar posibles desastres meteorológicos. Será el primer radar de Meteogalicia y complementará al que la Agencia Estatal de Meteorología tiene en Cerceda (A Coruña). Su ubicación, en Cuntis, facilitará además dar predicciones más fiables para las Rías Baixas.
"Se necesitaba que estuviese en la vertiente atlántica, lo más cerca de la costa y en un monte elevado", explica el director de Meteogalicia, Vicente Pérez Muñuzuri para justificar la localización de este radar en Monte Xesteira (Cuntis).
Para su correcto funcionamiento y abarcar el máximo de territorio de la comunidad, el radar necesita un emplazamiento alto, despejado de construcciones y sin parques eólicos en sus proximidades, ya que podrían alterar sus lecturas.
Aunque la previsión es que empezara a funcionar a principios de este año, el cambio de gobierno en la Xunta ha retrasado las obras para construir la torre de hormigón que lo sustentará. Se trata de una estructura especial diseñada para que el radar no vibre cuando se produzcan ráfagas fuertes de viento, ya que eso podría alterar sus lecturas. Esta torre tendrá 45 metros de altura y 8 metros de diámetro. Su apariencia será semejante a la de una torre de control de un aeropuerto. Para instalar la antena se cuenta con un presupuesto que supera los 2,3 millones de euros.
Con este radar se reducen al mínimo los errores en los pronósticos. Una predicción fiable es fundamental para anticiparse a temporales como los que se sucedieron en Galicia durante el pasado invierno y que causaron numerosos destrozos y obligaron incluso a suspender las clases en los colegios.
Ahora los temporales se predicen en base a modelos matemáticos que utilizan distintas variables meteorológicas. Sin embargo, con el radar en funcionamiento se podrán observar en tiempo real todos los frentes que entran en la comunidad en un radio de 250 kilómetros. "Podemos determinar con exactitud alta por dónde va a pasar el frente y la intensidad de las lluvias en cada área concreta", explica Pérez Muñuzuri.
En cada barrido del radar se podrá precisar la localización de las nubes, su trayectoria y velocidad, la cantidad de agua que contienen y si ésta es liquida o hay riesgos de granizo.
El radar permitirá además saber en qué partes del territorio se van a producir más precipitaciones y, en función de eso, calcular que ríos corren riesgo de desbordarse.