Experts, environmentalists and government express their preoccupation by a possible drought
Sun, 18/10/2009
Expertos en materia hidráulica y meteorológica, ecologistas y administración pública están preocupados ante la posibilidad de que una ausencia de precipitaciones en los próximos meses, junto con el escaso régimen de lluvias registrado la pasada primavera, pueda derivar en una sequía en 2010.
Así los expresaron en declaraciones a Europa Press representantes de las diferentes áreas ante la actual situación hídrica. De hecho, datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) revelan que las dos primeras semanas del año hidrológico (1 de octubre de 2009-30 de septiembre de 2010) acumulan cerca de un 46 por ciento de déficit hídrico, ya que a fecha de 13 de octubre se recogieron en España 17 litros por metro cuadrado de lluvia, frente a los 29 litros por metro cuadrado que deberían haber caído en una situación "normal".
El portavoz de la AEMET, Ángel Rivera explica que la mayor parte del país está "por debajo de los valores medios, incluso entre un 25 y un 50 por ciento". No obstante, precisa que hay superávit en el cuadrante noroeste, sobre todo en Galicia, donde ha llovido un 50 por ciento más en estas dos semanas, al igual que en determinados puntos como Zamora y Salamanca, en el occidente de Castilla y León.
UN AÑO SE ACUMULA A OTRO
A ese respecto, aunque esta semana se recogieron 62 litros por metro cuadrado en Santander, 45 litros por metro cuadrado en San Sebastián y 28 litros por metro cuadrado en Badajoz, Rivera recordó que aunque "el marcador está casi a cero" --en alusión al inicio del año hidrológico--, el año pasado terminó con un "déficit severo y un año se acumula con otro".
"Hay que seguir con atención las previsiones de los próximos meses para ver si viene una sequía o no. En esta situación, que no es alarmante pero que puede serlo en enero o en primavera, hay que gestionar muy bien el agua que tenemos en los embalses", añade el vocal de la Junta de Gobierno del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Luis Berga.
En su opinión, el problema del agua es, no solo de infraestructuras, sino de gobernanza ante un "problema recurrente de sequía" que hace "necesario" gestionar bien la "poca agua" existente. En ese sentido, apeló a las comunidades autónomas para que sean "más solidarias" en esta materia porque, a su juicio, "se está perdiendo el concepto de unidad de gestión en los estatutos de autonomía".
Por su parte, Sergio Vicente Serra, del Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC, precisó que la sequía es una situación recurrente en España por las características climáticas mediterráneas por lo que la preocupación debe ser "constante". No obstante, reconoció que se ha registrado un "verano muy seco, la primavera no fue excesivamente lluviosa y si no llueve en otoño e invierno, la cosa estará muy mal".
FALTAN DATOS EN TIEMPO REAL
En todo caso, precisó que la situación que la situación no se puede comparar a la grave sequía que se registró entre 1992 y 1995 en relación a la posibilidad de que haya cortes en el suministro para consumo humano. "Este suministro es el último que se corta --dijo a Europa Press--. Antes iría el de la industria, regadíos y desabastecimiento", dijo al tiempo que una situación crítica de sequía podría darse si no llueve de aquí al verano.
Vicente Serra insistió, sin embargo, en que es difícil prever el régimen de precipitaciones en el futuro y apostó por implantar en España tecnología de monitorización y seguimiento, similar a la que existe en Estados Unidos, de la sequía en tiempo real para conocer en todo momento su intensidad, magnitud y extensión superficial.
La Administración también se suma a la preocupación por una eventual falta de precipitaciones. Así, fuentes del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) indicaron a Europa Press que desde ese departamento se sigue "de forma importante" y "con mucha atención" la evolución de las lluvias, ante el existente déficit y reparto desigual de las precipitaciones en el conjunto de España, aunque esperan que la situación "mejore con las lluvias otoñales e invernales".
Y junto con ellos, los ecologistas lanzan un mensaje de prudencia y ahorro en el suministro. Concretamente, el responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace, Julio Barea, se muestra "preocupado" por la situación de sequía que se da en España, "desde hace ya muchos años". Así, explicó que desde 2004 "las precipitaciones no son elevadas y hay menos aporte hídrico de forma natural que años atrás", al tiempo que no se mostró "muy optimista" con que la situación se solvente. "No hay que ofrecer agua cuando no la tenemos y no la tendremos jamás", sentenció.
FALLA LA POLÍTICA HÍDRICA
A su juicio, la política hídrica "no ha funcionado nunca en España", a pesar de lo que la administración sigue desarrollando nuevas obras hidráulica "aún siendo el país con más embalses por personas". Por su parte, el secretario general de WWF/ España, Juan Carlos del Olmo, vaticina que esta situación se verá "muy agravada" por el cambio climático.
Del Olmo aseguró que el problema de base de la sequía "es la agricultura sedienta de España", por lo que recomendó cambiar la política agraria y dejar de financiar ésta con fondos públicos para aminorar los efectos de la sequía. "Todo el agua no puede ser para la agricultura. Hay que crear una agricultura sostenible, eficaz y adecuada a nuestro clima", señaló.
Así los expresaron en declaraciones a Europa Press representantes de las diferentes áreas ante la actual situación hídrica. De hecho, datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) revelan que las dos primeras semanas del año hidrológico (1 de octubre de 2009-30 de septiembre de 2010) acumulan cerca de un 46 por ciento de déficit hídrico, ya que a fecha de 13 de octubre se recogieron en España 17 litros por metro cuadrado de lluvia, frente a los 29 litros por metro cuadrado que deberían haber caído en una situación "normal".
El portavoz de la AEMET, Ángel Rivera explica que la mayor parte del país está "por debajo de los valores medios, incluso entre un 25 y un 50 por ciento". No obstante, precisa que hay superávit en el cuadrante noroeste, sobre todo en Galicia, donde ha llovido un 50 por ciento más en estas dos semanas, al igual que en determinados puntos como Zamora y Salamanca, en el occidente de Castilla y León.
UN AÑO SE ACUMULA A OTRO
A ese respecto, aunque esta semana se recogieron 62 litros por metro cuadrado en Santander, 45 litros por metro cuadrado en San Sebastián y 28 litros por metro cuadrado en Badajoz, Rivera recordó que aunque "el marcador está casi a cero" --en alusión al inicio del año hidrológico--, el año pasado terminó con un "déficit severo y un año se acumula con otro".
"Hay que seguir con atención las previsiones de los próximos meses para ver si viene una sequía o no. En esta situación, que no es alarmante pero que puede serlo en enero o en primavera, hay que gestionar muy bien el agua que tenemos en los embalses", añade el vocal de la Junta de Gobierno del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Luis Berga.
En su opinión, el problema del agua es, no solo de infraestructuras, sino de gobernanza ante un "problema recurrente de sequía" que hace "necesario" gestionar bien la "poca agua" existente. En ese sentido, apeló a las comunidades autónomas para que sean "más solidarias" en esta materia porque, a su juicio, "se está perdiendo el concepto de unidad de gestión en los estatutos de autonomía".
Por su parte, Sergio Vicente Serra, del Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC, precisó que la sequía es una situación recurrente en España por las características climáticas mediterráneas por lo que la preocupación debe ser "constante". No obstante, reconoció que se ha registrado un "verano muy seco, la primavera no fue excesivamente lluviosa y si no llueve en otoño e invierno, la cosa estará muy mal".
FALTAN DATOS EN TIEMPO REAL
En todo caso, precisó que la situación que la situación no se puede comparar a la grave sequía que se registró entre 1992 y 1995 en relación a la posibilidad de que haya cortes en el suministro para consumo humano. "Este suministro es el último que se corta --dijo a Europa Press--. Antes iría el de la industria, regadíos y desabastecimiento", dijo al tiempo que una situación crítica de sequía podría darse si no llueve de aquí al verano.
Vicente Serra insistió, sin embargo, en que es difícil prever el régimen de precipitaciones en el futuro y apostó por implantar en España tecnología de monitorización y seguimiento, similar a la que existe en Estados Unidos, de la sequía en tiempo real para conocer en todo momento su intensidad, magnitud y extensión superficial.
La Administración también se suma a la preocupación por una eventual falta de precipitaciones. Así, fuentes del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) indicaron a Europa Press que desde ese departamento se sigue "de forma importante" y "con mucha atención" la evolución de las lluvias, ante el existente déficit y reparto desigual de las precipitaciones en el conjunto de España, aunque esperan que la situación "mejore con las lluvias otoñales e invernales".
Y junto con ellos, los ecologistas lanzan un mensaje de prudencia y ahorro en el suministro. Concretamente, el responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace, Julio Barea, se muestra "preocupado" por la situación de sequía que se da en España, "desde hace ya muchos años". Así, explicó que desde 2004 "las precipitaciones no son elevadas y hay menos aporte hídrico de forma natural que años atrás", al tiempo que no se mostró "muy optimista" con que la situación se solvente. "No hay que ofrecer agua cuando no la tenemos y no la tendremos jamás", sentenció.
FALLA LA POLÍTICA HÍDRICA
A su juicio, la política hídrica "no ha funcionado nunca en España", a pesar de lo que la administración sigue desarrollando nuevas obras hidráulica "aún siendo el país con más embalses por personas". Por su parte, el secretario general de WWF/ España, Juan Carlos del Olmo, vaticina que esta situación se verá "muy agravada" por el cambio climático.
Del Olmo aseguró que el problema de base de la sequía "es la agricultura sedienta de España", por lo que recomendó cambiar la política agraria y dejar de financiar ésta con fondos públicos para aminorar los efectos de la sequía. "Todo el agua no puede ser para la agricultura. Hay que crear una agricultura sostenible, eficaz y adecuada a nuestro clima", señaló.