Murcia and La Mancha dispute the water of the transfer to save Daimiel
Fri, 16/10/2009
Los regantes murcianos consideran «una broma» que se pretenda inundar las Tablas de Daimiel con caudales de la cabecera del Tajo para salvar este parque nacional. Las cuentas son simples: cuanta más agua se derive a las Tablas, menos habrá para atender las necesidades de abastecimiento y regadíos de la cuenca del Segura. José Manuel Claver, presidente del Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura, sostiene que Las Tablas tienen derecho a recibir caudales del Tajo, pero cree que el problema no se resuelve inundando el parque, sino atajando la sobreexplotación del acuífero 23 que ha provocado la desecación de este humedal -acentuada al detectarse un incendio subterráneo de la turba del subsuelo del parque-.
Así, los regantes murcianos no quieren «pagar el pato» de este desastre medioambiental, que creen que incumbe al Gobierno central y al Ejecutivo de Castilla-La Mancha. La semana pasada, los técnicos del Ministerio explicaron el fracaso de la última derivación de caudales del Tajo a Las Tablas: de los 20 millones de metros cúbicos autorizados sólo llegaron 0,7 millones. En un desembalse anterior apenas se aprovechó el 10%. Las filtraciones del terreno, en el cauce natural del río Cigüela, y las extracciones ilegales tienen la culpa.
Parar los pies a Murcia
«Me gustaría saber qué dirían en Castilla-La Mancha si se perdiera por el camino el 98% del agua que se envía a la cuenca del Segura», apuntó Claver. «Es conveniente recordarlo cuando tanto se nos critica por la gestión de esos caudales para los regadíos. Somos un ejemplo de eficacia y buen uso frente a otras situaciones, como la que sufre las Tablas».
Por su parte, la Junta de Castilla-La Mancha considera «inaceptable e insoportable» que el Gobierno de la Región de Murcia haya criticado el compromiso del Gobierno de Zapatero de trasvasar agua a las Tablas: «Nos parece inaceptable que estén pidiendo agua para los regadíos y se manifiesten en contra de derivar agua hacia un humedal que es Reserva de la Biosfera».
También pidió públicamente a la presidenta del PP de Castilla-La Mancha y secretaria general de este partido, María Dolores de Cospedal, que «pare los pies a los murcianos, que niegan el agua, el pan y la sal a este parque nacional».
Así, los regantes murcianos no quieren «pagar el pato» de este desastre medioambiental, que creen que incumbe al Gobierno central y al Ejecutivo de Castilla-La Mancha. La semana pasada, los técnicos del Ministerio explicaron el fracaso de la última derivación de caudales del Tajo a Las Tablas: de los 20 millones de metros cúbicos autorizados sólo llegaron 0,7 millones. En un desembalse anterior apenas se aprovechó el 10%. Las filtraciones del terreno, en el cauce natural del río Cigüela, y las extracciones ilegales tienen la culpa.
Parar los pies a Murcia
«Me gustaría saber qué dirían en Castilla-La Mancha si se perdiera por el camino el 98% del agua que se envía a la cuenca del Segura», apuntó Claver. «Es conveniente recordarlo cuando tanto se nos critica por la gestión de esos caudales para los regadíos. Somos un ejemplo de eficacia y buen uso frente a otras situaciones, como la que sufre las Tablas».
Por su parte, la Junta de Castilla-La Mancha considera «inaceptable e insoportable» que el Gobierno de la Región de Murcia haya criticado el compromiso del Gobierno de Zapatero de trasvasar agua a las Tablas: «Nos parece inaceptable que estén pidiendo agua para los regadíos y se manifiesten en contra de derivar agua hacia un humedal que es Reserva de la Biosfera».
También pidió públicamente a la presidenta del PP de Castilla-La Mancha y secretaria general de este partido, María Dolores de Cospedal, que «pare los pies a los murcianos, que niegan el agua, el pan y la sal a este parque nacional».