The ONU warning of the risk that supposes the stagnate water after the typhoons that have devastated Philippine

Wed, 14/10/2009

Europa Press

El agua estancada supone ahora una grave amenaza sanitaria para los filipinos que permanecen en las comunidades inundadas y que caminan diariamente por las aguas contaminadas que causaron los dos tifones que han arrasado Filipinas, afirmó este martes el subsecretario general para Asuntos Humanitarios y Coordinador de Ayuda de Emergencia, John Holmes.
Algunas de las aldeas y ciudades más afectadas permanecen sumergidas en agua mientras los residuos han colapsado los sistemas de alcantarillado. Aunque hay unas 300.000 personas reasentadas, hay quien prefiere permanecer en las aldeas, a pesar de las inundaciones.
Holmes también afirmó en rueda de prensa durante su visita de dos días a este país asiático, que la principal preocupación ahora es el brote de enfermedades, puesto que el agua estancada se ha convertido en un terreno abonado para la bacteria leptospirosis, que provoca diarrea y enfermedades de la piel.
"Necesitamos encontrar una vía para conseguir eliminar el agua estancada más rápido que esperar a que sencillamente se evapore", aseguró Holmes, "porque, a medida que pasa el tiempo, están más contaminadas y son más peligrosas".
Los responsables filipinos estimaron con anterioridad que llevará más de tres meses drenar las aguas estancadas, informa la agencia china Xinhua. Según el Departamento de Sanidad del país, el número de casos de leptospirosis se ha doblado desde que impactara sobre Filipinas la tormenta "Ketsana".
Holmes también aseguró que las señales de la extensión de la enfermedad han comenzado a mostrarse y que el Gobierno debería establecer un sistema de vigilancia para detectar y ayudar a contener los posibles brotes de enfermedades.

LA ONU REVISA SU PETICIÓN DE AYUDA

Por otro lado, Naciones Unidas va a revisar la petición que hizo el pasado 7 de septiembre para Filipinas, que se enfrenta a una reconstrucción masiva y a ingentes desafíos de rehabilitación después de que dos ciclones terminaran con la vida de al menos 684 personas y devastaran grandes zonas del país, afirmó el jefe humanitario de la ONU.
Holmes aseguró que la petición anterior, de 74 millones de dólares, claramente no es suficiente, y subrayó que será revisado después de hacer una evaluación en el terreno, informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.
"Lo revisaremos, puede que necesitemos aumentarlo", declaró Holmes a los periodistas durante una visita de dos días para revisar las operaciones de ayuda en el país. "La crisis no ha terminado, de hecho, el trabajo más difícil acaba de comenzar", aseguró. "Esta es una gran crisis y una gran tragedia para muchas personas", indicó.
La petición cubre los proyectos más prioritarios de alimentos, agua potable, sanidad, refugio y suministros, y pretende administrar las necesidades inmediatas de un millón de personas afectadas por los ciclones y las inundaciones.
Homes también explicó que es optimista respecto a que la comunidad de donantes vaya a responder positivamente a una revisión del llamamiento, a pesar de que la crisis financiera mundial y los desastres en otras partes del sur de Asia puedan limitar las donaciones.
Mientras tanto, la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, ha emitido una orden ejecutiva para crear "una comisión especial nacional entre el sector público y privado" que asumirá el estudio de las causas, costes y acciones que deben tomarse después de que los tifones "Parma" y "Ketsana" provocaran esta destrucción masiva y afectaran a más de seis millones de personas.
Unas 300.000 personas aún permanecen en centros de evacuación, según informó el Consejo Nacional para la Coordinación de Desastres. Con diques, puentes, carreteras y comunidades enteras con necesidad de ser rehabilitados, Arroyo aseguró que es necesaria la ayuda del sector privado.