El precio del agua subirá en un plazo de seis años. Eso es seguro. Aunque se desconoce cuánto, se estima que las cifras podrían duplicarse. Las tarifas españolas, más bajas, tenderán a igualarse y equipararse con el resto de los países europeos, muy superiores, en virtud de una normativa impuesta por la Unión Europea: la directiva que establece el marco regulador de las políticas del agua.
No todas las regiones notarán de la misma forma el incremento. En Andalucía, por ejemplo, se paga aún menos por el agua consumida que en el resto de España. Por tanto, será una de las comunidades europeas que más note el aumento de su factura.
Medida. Los gestores tanto públicos como privados del suministro y saneamiento de este líquido vital consultados por este periódico coinciden en apoyar esta medida. No es una iniciativa caprichosa, según argumentaron ayer durante las jornadas organizadas por la empresa pública Acosol en Marbella.
La directiva comunitaria establece el principio de recuperación de los costos. Es decir, que el usuario pague al cien por cien mediante su factura la inversión que supone tanto crear las infraestructuras como desarrollar el proceso que permite tratar el agua que nos ofrece la naturaleza para dotarla de la calidad necesaria, ya sea tanto para uso humano como industrial. Algo que en la actualidad no se aplica.
"En algunos países europeos ya están amortizando las infraestructuras creadas. Aquí, en muchos casos, nos hemos beneficiado de los fondos europeos para crearlas", recordó el gerente del Consorcio Provincial de Aguas de Sevilla, Jaime Morell.