The Court of Waters, Patrimony of the Humanity
Thu, 01/10/2009
Por su condición milenaria y por tratarse de una de las tradiciones culturales más arraigadas a la sociedad, el Tribunal de las Aguas de Valencia fue declarado ayer por la Unesco, en Abu Dhabi (Emiratos Árabes), Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, junto con el Consejo de Hombres Buenos de Murcia. Con esta, son ya cuatro las declaraciones con las que cuenta España en dicha lista.
De entre 111 candidaturas, la presentada conjuntamente por la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia a finales de 2007 resultó ayer ser una de las ganadoras. Según indica la resolución del comité encargado de evaluar a las ciudades aspirantes, el Tribunal de Aguas de Valencia "es el único testimonio de una tradición cultural viva: la de la justicia y el gobierno democrático y autogestionario de las aguas por parte de los campesinos andalusíes en las huertas".
A viva voz, en la puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia y cada jueves del año desde hace más de un milenio, el Tribunal de las Aguas, un jurado formado por regantes de ocho acequias de Valencia, sigue cumpliendo su función: resolver de forma consuetudinaria, y en plena calle, los conflictos que por el agua de riego puedan surgir entre los agricultores.
La alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, fue una de las primeras en celebrar la declaración de la Unesco. Según afirmó, el Tribunal de las Aguas no solo es compatible con los instrumentos internacionales de la defensa de los derechos humanos, sino que se trata del gran gestor de la historia del agua. Además, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, destacó la línea de comunicación generacional que el tribunal valenciano ha establecido en la historia.
Por su parte, los socialistas valencianos también valoraron positivamente la declaración. Además de destacar el carácter solidario de la institución, el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, afirmó que el dictamen valoraba no solo una institución valenciana sino también la defensa de los intereses ciudadanos.
De entre 111 candidaturas, la presentada conjuntamente por la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia a finales de 2007 resultó ayer ser una de las ganadoras. Según indica la resolución del comité encargado de evaluar a las ciudades aspirantes, el Tribunal de Aguas de Valencia "es el único testimonio de una tradición cultural viva: la de la justicia y el gobierno democrático y autogestionario de las aguas por parte de los campesinos andalusíes en las huertas".
A viva voz, en la puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia y cada jueves del año desde hace más de un milenio, el Tribunal de las Aguas, un jurado formado por regantes de ocho acequias de Valencia, sigue cumpliendo su función: resolver de forma consuetudinaria, y en plena calle, los conflictos que por el agua de riego puedan surgir entre los agricultores.
La alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, fue una de las primeras en celebrar la declaración de la Unesco. Según afirmó, el Tribunal de las Aguas no solo es compatible con los instrumentos internacionales de la defensa de los derechos humanos, sino que se trata del gran gestor de la historia del agua. Además, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, destacó la línea de comunicación generacional que el tribunal valenciano ha establecido en la historia.
Por su parte, los socialistas valencianos también valoraron positivamente la declaración. Además de destacar el carácter solidario de la institución, el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, afirmó que el dictamen valoraba no solo una institución valenciana sino también la defensa de los intereses ciudadanos.