La Confederación Hidrográfica do Miño-Sil invierte más de 333.000 euros en la mejora del curso del río Barbaña a su paso por el centro de la ciudad de Ourense. El proyecto, cuyos trabajos comenzaron el pasado día 2, tiene un plazo de ejecución de dos meses y las actuaciones principales se centran en la «eliminación de los azudes creados para la protección del antiguo saneamiento, demolición de tuberías hormigonadas inservibles, recuperación de márgenes de ribera mediante técnicas de bioingeniería fluvial y eliminación de especies invasoras». El presidente de la Confederación Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares, y el edil responsable de Medio Ambiente en la ciudad, Demetrio Espinosa, visitaron ayer las obras y el primero destacaba la inclusión de estos trabajos dentro de los proyectos del Plan E y el importante papel desarrollado por dicho plan en la creación de empleo y dinamización económica. Fernández Liñares también incidió de manera especial en que la desaparición de las presas «é especialmente importante se se volven producir situacións como a da contaminación de xuño porque a agua non queda retida e sigue ata o Miño e, tamén, porque facilitando a entrada de especies dende o Miño ao Barbaña, ao non existir estes atrancos, se consigue unha repoboación más rápida e fluida». El edil de Medio Ambiente ourensano, Demetrio Espinosa, señaló que las tres presas del Barbaña -en los tramos de Marcelo Macías, Mercado de Abastos y bajo el puente de Ervedelo- son desde hace años un estorbo porque fueron creadas para derivar el agua cuando no había saneamiento en la zona, pero esta situación hace años que está superada. Una comisión para sancionar En relación al vertido de junio Liñares avanzó ayer que la sanción será impuesta al Concello de San Cibrao como responsable de la procedencia del mismo oscilará «entre 400.000 e 500.000 euros» y que su intención es que «agora que temos un novo secretario xeral da Confederación, se cre unha comisión para decidir sobre este caso».