The Xunta decides to change of strategy to stop the contamination in the rivers

Mon, 24/08/2009

El País

En Galicia hay al menos 7.000 puntos donde se vierten aguas no tratadas en depuradoras. Se sabe que casi el 40% dispersan vertidos contaminantes y provocan que 12 de las 19 rías gallegas no cumplan la directiva europea de tratamiento de aguas. El problema, para la nueva Xunta dirigida por el PP, no se soluciona sólo en el tramo final (depurando las aguas), sino en el comienzo. Por eso gastará 37 millones de euros en 36 meses en un nuevo plan para controlar los vertidos que poco heredará del sistema anterior, calificado por el actual conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, como "un fracaso".
El agua que trae la lluvia y que se mezcla en la mayoría de los municipios con las fecales colapsa los sistemas de depuración, de por sí insuficientes, como el de la ría de Vigo. Aunque no es competencia de la administración autonómica, ésta intentará forzar a que los ayuntamientos separen las aguas pluviales y sucias en sus redes para que las primeras terminen en tanques de tormenta.
En el catálogo de puntos negros inventariados por Medio Ambiente, la Ría de Arousa se lleva la peor parte, pese a que no soporta presiones poblacionales tan altas como las de Vigo o A Coruña. Tiene más de 1.000, y la mitad se consideran "de pronta actuación", porque está probado que contaminan.
Para la Xunta, sanear la ría de O Burgo, donde vierten A Coruña, Culleredo, Oleiros y Cambre, será "una prioridad" este año.