An oil spill killed 400 tons of trout in the Siberian river Yenisei

Thu, 20/08/2009

EFE

El vertido de unas cuarenta toneladas de aceite en el río siberiano Yenisei durante el accidente ocurrido el lunes en la central hidroeléctrica rusa de Sayano-Shúshenskaya ha matado a 400 toneladas de trucha en dos granjas piscícolas.

A causa del vertido, en las granjas "Izerbel" y "Sayánskaya forel" murieron 170 y 230 toneladas de truchas, respectivamente, informó hoy el departamento de Pesca de la región siberiana de Jakasia a la agencia oficial RIA-Nóvosti.

Los especialistas subrayan que el vertido ha matado a las truchas de los criaderos y expresan la esperanza de que los peces del río hayan logrado salvarse de los sectores contaminados por la mancha de aceite, que se arrastra a lo largo de 80 kilómetros.

El ministerio de Situaciones de Emergencia y las autoridades locales se han movilizado para prevenir la contaminación del ecosistema de la cuenca del río, uno de los más caudalosos del
mundo.

La compañía RusHydro, operadora de las plantas hidroeléctricas rusas, afirma que el aceite vertido al río tras la explosión del transformador de la central no contenía sustancias tóxicas.

Las autoridades rusas confirmaron hoy que en el accidente murieron catorce operarios, mientras continúa la búsqueda de otros 60 desaparecidos.

Un millar de socorristas retiran los escombros y buscan a los desaparecidos entre las ruinas de la primera y segunda turbina, que resultaron destruidas por la explosión ocurrida en la mayor central del país que abastece a varias regiones siberianas.

Los equipos de rescate procedieron hoy a bombear los 250.000 metros cúbicos de agua que anegó la sala de máquinas, donde se encontraban la mayoría de operarios en el momento del accidente.

El ministro ruso de Energía, Serguéi Shmatkó, describió el accidente como "el más grande y misterioso de la historia de la energía hidrológica", y cifró en más de mil millones de dólares el
dinero necesario para reparar la sala de máquinas.

Como causas del accidente las autoridades barajan un aumento de la presión hidráulica en las tuberías provocada por un fallo durante unas obras de reparación de la central, inaugurada en 1978.

Según la administración de la central, no se observan "daños visibles en la presa", de 245 metros de altura, 1.066 metros de longitud y de 110 metros de grosor en su base.