Located in the Delta of the river Ebro a new invasive species, linked to the rice fields
Mon, 17/08/2009
El río Ebro cuenta desde hace poco con una nueva especie invasora: el caracol manzana, que acaba de ser localizado en canales de riego del delta del Ebro. Este molusco de considerable tamaño causó en los 80 pérdidas millonarias en los arrozales del sudeste asiático, aunque no causa afecciones a las tuberías, como sucede con el mejillón cebra. La DGA asegura que va a estudiar si toma medidas, aunque relativiza las posibilidades de que se extienda hasta territorio aragonés.
Los agricultores del delta encontraron los primeros ejemplares de caracol manzana en junio, aunque se sospecha que puedan llevar un año en las aguas del Ebro. Por ahora, y según informaban esta semana medios catalanes, ha sido localizado en el hemidelta izquierdo, a la altura de los municipios de L'Aldea, Camarles y la Bassa de les Olles, y en los márgenes del río. Los agricultores arroceros de la zona se han apresurado a alertar sobre la llegada del molusco, que según ellos podría llegar a convertirse en una "plaga".
En Aragón, la perspectiva es menos catastrofista, aunque ya se están estudiando medidas para minimizar los riesgos. "Vamos a tratar de buscar datos, aunque no es probable a corto plazo que llegue hasta aquí", asegura Manuel Alcántara, jefe del Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Aragón. Solo existe la posibilidad de que contamine los campos de arroz a través de maquinaria proveniente del delta del Ebro. Por ello, Medio Ambiente va a "informar a las cooperativas aragonesas" que tengan relación con la desembocadura para que "estén sobre aviso". Lo mismo sucederá con los agentes de protección de la naturaleza, que serían los encargados de avistar ejemplares.
Aun así, Alcántara restó importancia a los efectos de esta especie, "siempre ligada al cultivo de arroz", que "no obstaculiza tuberías" ni ofrece "riesgos a la salud". De hecho, el caracol manzana (Pomacea canaliculata, en latín) es considerado un manjar en diversas regiones del mundo. Junto a esto, hay que reseñar que han sido las particulares condiciones que existen en el delta, con aguas estancadas, sin mucha oxidación, lo que ha propiciado su desarrollo en esa zona. "No soporta bien las corrientes", explicó el jefe del Servicio de Biodiversidad como ejemplo de que no es probable que colonice el cauce del río.
Una especie voraz y visible
El caracol manzana tiene su origen en Sudamérica y Asia. La principal afección que provoca este voraz molusco es que ingiere los brotes de la planta del arroz, con lo que causa devastación en este cultivo. Además, tiene el inconveniente de que una sola hembra es capaz de poner 1.200 huevos, con lo que puede convertirse en una plaga. Como contrapartida, su presencia es muy evidente, ya que llegan a alcanzar hasta quince centímetros de tamaño.
El problema de especies invasoras como el caracol manzana va más allá a los daños que pueden generar en los cultivos, ya que también causan desequilibrios en la fauna y flora local, lo que se hace especialmente peligroso con las especies protegidas. Solo en el caso del mejillón cebra, las pérdidas generadas por el Ebro suman millones de euros al año.
Los agricultores del delta encontraron los primeros ejemplares de caracol manzana en junio, aunque se sospecha que puedan llevar un año en las aguas del Ebro. Por ahora, y según informaban esta semana medios catalanes, ha sido localizado en el hemidelta izquierdo, a la altura de los municipios de L'Aldea, Camarles y la Bassa de les Olles, y en los márgenes del río. Los agricultores arroceros de la zona se han apresurado a alertar sobre la llegada del molusco, que según ellos podría llegar a convertirse en una "plaga".
En Aragón, la perspectiva es menos catastrofista, aunque ya se están estudiando medidas para minimizar los riesgos. "Vamos a tratar de buscar datos, aunque no es probable a corto plazo que llegue hasta aquí", asegura Manuel Alcántara, jefe del Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Aragón. Solo existe la posibilidad de que contamine los campos de arroz a través de maquinaria proveniente del delta del Ebro. Por ello, Medio Ambiente va a "informar a las cooperativas aragonesas" que tengan relación con la desembocadura para que "estén sobre aviso". Lo mismo sucederá con los agentes de protección de la naturaleza, que serían los encargados de avistar ejemplares.
Aun así, Alcántara restó importancia a los efectos de esta especie, "siempre ligada al cultivo de arroz", que "no obstaculiza tuberías" ni ofrece "riesgos a la salud". De hecho, el caracol manzana (Pomacea canaliculata, en latín) es considerado un manjar en diversas regiones del mundo. Junto a esto, hay que reseñar que han sido las particulares condiciones que existen en el delta, con aguas estancadas, sin mucha oxidación, lo que ha propiciado su desarrollo en esa zona. "No soporta bien las corrientes", explicó el jefe del Servicio de Biodiversidad como ejemplo de que no es probable que colonice el cauce del río.
Una especie voraz y visible
El caracol manzana tiene su origen en Sudamérica y Asia. La principal afección que provoca este voraz molusco es que ingiere los brotes de la planta del arroz, con lo que causa devastación en este cultivo. Además, tiene el inconveniente de que una sola hembra es capaz de poner 1.200 huevos, con lo que puede convertirse en una plaga. Como contrapartida, su presencia es muy evidente, ya que llegan a alcanzar hasta quince centímetros de tamaño.
El problema de especies invasoras como el caracol manzana va más allá a los daños que pueden generar en los cultivos, ya que también causan desequilibrios en la fauna y flora local, lo que se hace especialmente peligroso con las especies protegidas. Solo en el caso del mejillón cebra, las pérdidas generadas por el Ebro suman millones de euros al año.