The spill in the Nalon river kills 800 trouts and ruins the fishing boundary
Fri, 07/08/2009
«No ha quedado un pez con vida. Esto es un desastre». Así definía ayer Arturo Álvarez, presidente de la Asociación de Pescadores y Amigos del Nalón, el impacto del vertido que en la tarde del miércoles acabó en el coto sin muerte de Puente de Arco, en Laviana, con cientos de truchas (casi 800 ya han sido recogidas del agua y, según los pescadores, podrían haber muerto 3.000). Tanto el Principado, el miércoles, como el colectivo de pescadores, ayer, apuntaron la posibilidad de que el vertido pudiera deberse a una reparación de la traída del Raigosu, que suministra agua a San Martín del Rey Aurelio. Fuentes del Ayuntamiento reconocieron que en la tarde del miércoles se ejecutó la reparación, aunque negaron que tenga vinculación con la mortandad de truchas.
En la mañana de ayer, pescadores y miembros de la guardería recogieron cientos de truchas muertas del río. «Hemos sacado unas 740 truchas y una anguila. El coto tiene unos 980 metros y, salvo en los 50 metros finales, no ha quedado un pez con vida; creemos que los que hemos sacado son una cuarta parte de los que hay muertos, si se cuentan los alevines y los ejemplares de las pozas y de las zonas a las que no se ha podido acceder», indicó Álvarez, que añadió: «El coto ha quedado completamente muerto y tardará cuatro o cinco años en regenerarse. Aquí viene a pescar gente de otras partes de España. Es el coto sin muerte con más demanda de Asturias después del de Mieres». Por su parte, Juan Herrera, responsable de repoblaciones del colectivo de pescadores del Nalón indicó que la mortandad pudo deberse a «aguas cloradas» procedentes de una purga derivada de una reparación de la traída del Raigosu, aunque el origen del presunto vertido, el cuarto en un mes en los cauces fluviales del Nalón, se está estudiando.
Así lo explicó ayer el Principado, que, junto a la Guardia Civil, tomó muestras de las aguas para su análisis. «Se está elaborando un informe detallado. No obstante, se tiene constancia de que desde el Seprona también se está trabajando por si los hechos pudieran ser constitutivos de un delito ecológico», indicaron fuentes regionales, que también anunciaron su intención de avisar a los titulares de permisos de pesca del coto y suspender la expedición de nueva licencias.
Por su parte, el Ayuntamiento de San Martín negó ayer ser «responsable» del vertido. «Es cierto que hubo una avería en la traída, en un tramo río arriba, y seguimos el protocolo que marcan los técnicos en estos casos: cortar el agua, reparar la avería y purgar el aire en las válvulas que hay en Puente de Arco, Tetuán y Blimea, antes de que la conducción recupere su caudal. Ya se han hecho otras reparaciones anteriores en la traída del Raigosu y nunca hubo ningún problema», explicó el edil Mario Efrén García, que instó a esperar al resultado de los análisis para conocer el origen del vertido.
En la mañana de ayer, pescadores y miembros de la guardería recogieron cientos de truchas muertas del río. «Hemos sacado unas 740 truchas y una anguila. El coto tiene unos 980 metros y, salvo en los 50 metros finales, no ha quedado un pez con vida; creemos que los que hemos sacado son una cuarta parte de los que hay muertos, si se cuentan los alevines y los ejemplares de las pozas y de las zonas a las que no se ha podido acceder», indicó Álvarez, que añadió: «El coto ha quedado completamente muerto y tardará cuatro o cinco años en regenerarse. Aquí viene a pescar gente de otras partes de España. Es el coto sin muerte con más demanda de Asturias después del de Mieres». Por su parte, Juan Herrera, responsable de repoblaciones del colectivo de pescadores del Nalón indicó que la mortandad pudo deberse a «aguas cloradas» procedentes de una purga derivada de una reparación de la traída del Raigosu, aunque el origen del presunto vertido, el cuarto en un mes en los cauces fluviales del Nalón, se está estudiando.
Así lo explicó ayer el Principado, que, junto a la Guardia Civil, tomó muestras de las aguas para su análisis. «Se está elaborando un informe detallado. No obstante, se tiene constancia de que desde el Seprona también se está trabajando por si los hechos pudieran ser constitutivos de un delito ecológico», indicaron fuentes regionales, que también anunciaron su intención de avisar a los titulares de permisos de pesca del coto y suspender la expedición de nueva licencias.
Por su parte, el Ayuntamiento de San Martín negó ayer ser «responsable» del vertido. «Es cierto que hubo una avería en la traída, en un tramo río arriba, y seguimos el protocolo que marcan los técnicos en estos casos: cortar el agua, reparar la avería y purgar el aire en las válvulas que hay en Puente de Arco, Tetuán y Blimea, antes de que la conducción recupere su caudal. Ya se han hecho otras reparaciones anteriores en la traída del Raigosu y nunca hubo ningún problema», explicó el edil Mario Efrén García, que instó a esperar al resultado de los análisis para conocer el origen del vertido.