Dozens of trouts found dead in the Nalon river

Thu, 06/08/2009

La Nueva España

Los vertidos no dan tregua a los cauces fluviales de la comarca, ya sea por la contaminación accidental de las aguas o por el envenenamiento deliberado para practicar la pesca furtiva. La Guardia Civil y el Principado investigan la muerte de decenas de truchas en el río Nalón a la altura de Puente de Arco, en el municipio de Laviana. Éste es el cuarto vertido que se registra en los ríos del Valle en poco más de un mes. Tres de ellos han tenido lugar en el río Nalón, mientras que el cuarto se produjo en el río de Tiraña, a su paso por Barredos.

El último de los vertidos se localizó ayer en Puente de Arco, después de que se detectaran numerosas truchas, al parecer decenas, muertas en el agua. Hasta la zona se desplazaron agentes de la Guardia Civil, que tomaron muestras de las aguas y algunos peces muertos. También acudieron técnicos del Principado. El guarda mayor de medio natural del Nalón y el Aller explicó a pie de río que la muerte de los peces pudo deberse a una avería en la traída de agua del Raigosu, que abastece al concejo de San Martín. En la zona hay un aliviadero de esta conducción. «Es una probabilidad, pero todavía no está claro», indicó Fernando Campomanes, que se llevó muestras del agua y tomó varias fotografías de la zona.

El primero de los vertidos que se registraron en el último mes en el Valle fue denunciado a finales de junio por la Asociación de Pescadores y Amigos del Nalón. El suceso acabó con la vida de decenas de truchas en el principal cauce fluvial de la comarca, a la altura de Sotrondio. En aquella ocasión, el colectivo de pescadores achacó la mortandad de truchas a un vertido de detergentes o desinfectantes, cuyo origen aún estaba por determinar.

Los otros dos vertidos tuvieron lugar en la localidad lavianesa de Barredos, aunque en cauces fluviales diferentes. El primero de ellos tuvo lugar en el Nalón a mediados de julio, cuando de nuevo la Asociación de Pescadores y Amigos del río y el Bloque por Asturies denunciaron la contaminación de las aguas en la zona. El otro tuvo lugar a finales del pasado mes en el río Tiraña a su paso por Barredos. Según el Principado, los primeros indicios apuntan a un envenenamiento deliberado para practicar la pesca furtiva.