The desalination plant of
Mon, 20/07/2009
La Generalitat pondrá hoy en funcionamiento la planta desalinizadora de El Prat de Llobregat que producirá 200 millones de litros de agua al día. La instalación, que ha tenido un coste de 230 millones de euros, generará el 24 por ciento del agua que se consume en el área metropolitana de Barcelona y está destinada a evitar problemas de abastecimiento en épocas de sequía.
Las obras de la desalinizadora se iniciaron a principios de 2007. La instalación capta agua del mar a dos kilómetros de la costa y a 30 metros de profundidad. El agua se envía mediante una estación de bombeo a la desalinizadora, donde se somete a diferentes procesos de filtrado que permiten extraer 45 litros de agua dulce por cada 100 litros de agua salada. El resto será retornado al mar a varios kilómetros de la costa para evitar interferencias con el medio marino.
La desalinizadora de El Prat tiene capacidad para producir 60 hectómetros cúbicos de agua al año lo que la convierte en la mayor productora de Europa. Aunque la producción efectiva de agua dependerá de la demanda existente y del estado de los embalses y acuíferos, según fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente y Vivienda.
La instalación suministrará agua a 4,5 millones de habitantes del área metropolitana de Barcelona y de las comarcas del entorno, un 60 por ciento de la población catalana. Además, permitirá mejorar el gusto y la calidad del agua lo que redundará en un ahorro de unos 35 euros anuales en los hogares ya que los electrodomésticos necesitarán menos reparaciones y el agua se calentará con más rapidez.
Según Medio Ambiente, la desalinizadora es un proyecto "fundamental" en la política hidrológica del Gobierno catalán con el objetivo de "garantizar" el abastecimiento de agua con independencia de los episodios de sequía como el que se produjo el año pasado en Catalunya y que motivó la puesta en marcha de diferentes restricciones.
El sistema de abastecimiento de agua del área metropolitana de Barcelona no dependerá "exclusivamente" del agua proveniente de los embalses como hasta el momento y contará con otro recurso como es el agua desalinizada.
Las obras de la desalinizadora se iniciaron a principios de 2007. La instalación capta agua del mar a dos kilómetros de la costa y a 30 metros de profundidad. El agua se envía mediante una estación de bombeo a la desalinizadora, donde se somete a diferentes procesos de filtrado que permiten extraer 45 litros de agua dulce por cada 100 litros de agua salada. El resto será retornado al mar a varios kilómetros de la costa para evitar interferencias con el medio marino.
La desalinizadora de El Prat tiene capacidad para producir 60 hectómetros cúbicos de agua al año lo que la convierte en la mayor productora de Europa. Aunque la producción efectiva de agua dependerá de la demanda existente y del estado de los embalses y acuíferos, según fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente y Vivienda.
La instalación suministrará agua a 4,5 millones de habitantes del área metropolitana de Barcelona y de las comarcas del entorno, un 60 por ciento de la población catalana. Además, permitirá mejorar el gusto y la calidad del agua lo que redundará en un ahorro de unos 35 euros anuales en los hogares ya que los electrodomésticos necesitarán menos reparaciones y el agua se calentará con más rapidez.
Según Medio Ambiente, la desalinizadora es un proyecto "fundamental" en la política hidrológica del Gobierno catalán con el objetivo de "garantizar" el abastecimiento de agua con independencia de los episodios de sequía como el que se produjo el año pasado en Catalunya y que motivó la puesta en marcha de diferentes restricciones.
El sistema de abastecimiento de agua del área metropolitana de Barcelona no dependerá "exclusivamente" del agua proveniente de los embalses como hasta el momento y contará con otro recurso como es el agua desalinizada.