Iberdrola dries a section of the river Sil to extend a hydraulic power station

Thu, 16/07/2009

El País

A tan sólo ocho kilómetros de su confluencia con el Miño, el río Sil se encuentra, a lo largo de un kilómetro, sin agua. Las obras que la empresa Iberdrola realiza para ampliar la central hidroeléctrica de Santo Estevo I, en el municipio de Nogueira de Ramuín (Ourense) son la causa. Así, en la construcción de lo que se llamará Santo Estevo II (una extensión en caverna del primer salto aguas del Sil abajo) participa maquinaria pesada que ocupa el cauce del río. Un incesante y estruendoso trajín de camiones se encarga de llenar la zona de escombros. Que el paraje figure en el listado enviado por España a la Unión Europea sobre lugares protegidos de Red Natura no implica que Iberdrola vaya a ser multada: no incumple ninguna ley. La Xunta todavía no ha aprobado la regulación de uso de los Lugares de Interés Común (LIC) de la Red Natura a la que obliga Bruselas.
El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino autorizó las obras de la nueva central hidroeléctrica al no constar reparo alguno del Gobierno autónomo. En el Boletín Oficial del Estado del 8 de julio de 2008 se publicó un permiso ministerial que aseguraba la inexistencia de afección ambiental. Sobre la fauna acuática, "no se prevén riesgos para la ictiofauna en el desagüe ya que éste se plantea completamente sumergido, permanentemente inundado y comunicado con el embalse de San Pedro". La "atención especial" se reserva a los murciélagos. Desde el ministerio aseguran que sólo uno de los colectivos ecologistas invitados participó en el proyecto de evaluación ambiental.
La actual Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras aún no ha aprobado el plan de uso de lugares protegidos pese a que a finales de año se agota el plazo. Un técnico del departamento en el bipartito indica que se redactó la ley y se declararon cerca de 60 zonas de especial protección, "pero no dio tiempo a aprobarlo".
De momento, el senador del BNG Xosé Manuel Pérez Bouza presentó un escrito en la Confederación Hidrográfica Miño-Sil en el que denuncia un "atentado medioambiental" de Iberdrola en el Canón do Sil y "tolerancia" de todas las administraciones. "No hay que ser un técnico, basta con verlo para advertir que lo destrozaron todo", afirma.
Los expertos de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil lo desmienten y alegan que la propia empresa eléctrica se encarga de la "medición de parámetros". "Hasta ahora todos dan bien, no ha habido mortandad de peces y mañana [por hoy] acaban las obras", señalan desde el organismo estatal.