Near of 3000
Mon, 06/07/2009
El Observatori Socioambiental de Menorca (Obsam) ha cuantificado el número de hortals que hay en la Isla: unos 3.200. De ellos, los hay que son casitas de aperos en pequeños huertos que se dedican a una agricultura de ocio y otras viviendas unifamiliares, más parecidas a un chalé.
El último informe del Obsam revela que estos 3.200 hortals al estar ubicadas en las zonas periféricas de los núcleos urbanos «están aisladas de las redes de distribución y saneamiento, y se abastecen de agua a partir de pozos propios o comunitarios».
Evidentemente tampoco están conectados a la red de alcantarillado, lo que provoca que gran mayoría de los hortals vierta las aguas residuales que generan en pozos negros. Todo ello agrava la contaminación de las aguas subterráneas de la Isla, que cuentan con una elevada presencia de nitratos. El Obsam recuerda que en Menorca existen «concentraciones elevadas de nitratos que superan los límites legales, en las zonas de levante y poniente del acuífero de Migjorn, zonas donde se concentran la mayoría de explotaciones intensivas y también la mayor concentración de estas edificaciones.
Unos 1.440 de de estos hortals tienen menos de mil metros cuadrados de terreno (el 45%), mientras que los 1.760 restantes tienen una superficie superior a los mil metros cuadrados.
Asimismo el informe desgrana que una cuarta parte de los horticultores de ocio de Menorca utilizan para abonar sus cultivos alguna combinación de nitrógeno, potasio y fósforo, mientras que el 80 por ciento de los aficionados utilizan algún tipos de abono orgánico.
Para el Obsam está sobrefertilización, junto «a la contaminación producida por los purines ganaderos mal gestionados y la no gestión de las aguas grises en las viviendas aisladas produce un aumento progresivo de los niveles de nitratos en los acuíferos.
En cuanto al consumo de agua, ocho de cada diez horticultores tiene un sistema de regadío de goteo, aunque el 27 por ciento declara que riega con manguera. Asimismo, todos declaran que es durante los meses de verano (junio, julio, agosto y septiembre) cuando riegan de forma generalizada.
El Observatori Socioambiental de Menorca cifra el impacto de los 'hortals' sobre el medio ambiente, así como la incidencia de la pesca recreativa y el parque automovilístico. El vertido de aguas residuales en pozos negros crea un grave problema de contaminación del agua subterránea.
Sin alcantarillado. La gran mayoría de los 3.200 'hortals' que existen en la Isla carecen de conexión a la red pública de saneamiento, según el Obsam, lo que mantiene el uso de pozos negros con el riesgo de contaminación que conlleva para el agua subterránea.
Menorca registra una de las mayores tasas de automóviles por habitante del mundo, por sobre de los 600 vehículos por cada 1.000 residentes. Según el último informe del Obsam esta elevada tasa «viene influenciada por el factor turístico, que a través de los coches de alquiler y los vehículos de los visitantes temporales, eleva considerablemente esta tasa».
Pese a ello, este organismo descuenta la influencia del sector turístico en dicha tasa, y ofrece como conclusión una tasa de motorización de la población residente de 440 automóviles por cada mil habitantes. Una media que «aún sigue siendo elevada», atribuible a que los menorquines utilizan los coches con una mayor frecuencia, sobre todo en viajes cotidianos.
El turismo aporta 30.000 nuevos coches cada verano en el parque automovilístico de Menorca. De ellos, 13.400 son propiedad de los visitantes, 11.200 son de alquiler y 6.300 son transportados desde la Península. Por ello, y según el estudio, «la tasa de motorización disminuye en un invierno un 20%, al pasar a 355 automóviles por cada 1.000 habitantes».
El informe del Obsam también revela que en la Isla hay aproximadamente unos 4.200 pescadores aficionados que realizan unas 120.000 jornadas de pesca anual, es decir que cada pescador sale de pesca una media de 28,6 días anuales, mayoritariamente pesca con caña y volantín, y en menor grado pesca en curricán y fusil.
La presión se concentra alrededor de los puertos de Ciutadella y Maó, «y es fuerza estacional en el resto de la costa».
El Obsam también analiza el impacto de la pesca recreativa en el medio marino, para concluir que «la temporada alta que abarca de junio a septiembre tiene un efecto notable sobre las poblaciones de peces de las praderas de Menorca». Concretamente asegura que en una zona de presión observada de 480 jornadas anuales de pesca, se extrae del orden del 16% de la población de doncellas (Coris julis), el 10,5% de 'esparralls' (Diplodus annularis) y el 21,1 por ciento de la población de vacas (Serranus scriba).
Por su parte, según el Obsam la flota pesquera profesional en Menorca se ha disminuido en los últimos años, sobre todo de barcas de arte menor que han pasado de las 182 de hace 30 años a los 75 en 2003. Pese a ello la potencia de las barcas ha aumentado xcnsiderabelmente y el número de capturas se han mantenido más o menos estables en las 300 toneladas anuales.
El último informe del Obsam revela que estos 3.200 hortals al estar ubicadas en las zonas periféricas de los núcleos urbanos «están aisladas de las redes de distribución y saneamiento, y se abastecen de agua a partir de pozos propios o comunitarios».
Evidentemente tampoco están conectados a la red de alcantarillado, lo que provoca que gran mayoría de los hortals vierta las aguas residuales que generan en pozos negros. Todo ello agrava la contaminación de las aguas subterráneas de la Isla, que cuentan con una elevada presencia de nitratos. El Obsam recuerda que en Menorca existen «concentraciones elevadas de nitratos que superan los límites legales, en las zonas de levante y poniente del acuífero de Migjorn, zonas donde se concentran la mayoría de explotaciones intensivas y también la mayor concentración de estas edificaciones.
Unos 1.440 de de estos hortals tienen menos de mil metros cuadrados de terreno (el 45%), mientras que los 1.760 restantes tienen una superficie superior a los mil metros cuadrados.
Asimismo el informe desgrana que una cuarta parte de los horticultores de ocio de Menorca utilizan para abonar sus cultivos alguna combinación de nitrógeno, potasio y fósforo, mientras que el 80 por ciento de los aficionados utilizan algún tipos de abono orgánico.
Para el Obsam está sobrefertilización, junto «a la contaminación producida por los purines ganaderos mal gestionados y la no gestión de las aguas grises en las viviendas aisladas produce un aumento progresivo de los niveles de nitratos en los acuíferos.
En cuanto al consumo de agua, ocho de cada diez horticultores tiene un sistema de regadío de goteo, aunque el 27 por ciento declara que riega con manguera. Asimismo, todos declaran que es durante los meses de verano (junio, julio, agosto y septiembre) cuando riegan de forma generalizada.
El Observatori Socioambiental de Menorca cifra el impacto de los 'hortals' sobre el medio ambiente, así como la incidencia de la pesca recreativa y el parque automovilístico. El vertido de aguas residuales en pozos negros crea un grave problema de contaminación del agua subterránea.
Sin alcantarillado. La gran mayoría de los 3.200 'hortals' que existen en la Isla carecen de conexión a la red pública de saneamiento, según el Obsam, lo que mantiene el uso de pozos negros con el riesgo de contaminación que conlleva para el agua subterránea.
Menorca registra una de las mayores tasas de automóviles por habitante del mundo, por sobre de los 600 vehículos por cada 1.000 residentes. Según el último informe del Obsam esta elevada tasa «viene influenciada por el factor turístico, que a través de los coches de alquiler y los vehículos de los visitantes temporales, eleva considerablemente esta tasa».
Pese a ello, este organismo descuenta la influencia del sector turístico en dicha tasa, y ofrece como conclusión una tasa de motorización de la población residente de 440 automóviles por cada mil habitantes. Una media que «aún sigue siendo elevada», atribuible a que los menorquines utilizan los coches con una mayor frecuencia, sobre todo en viajes cotidianos.
El turismo aporta 30.000 nuevos coches cada verano en el parque automovilístico de Menorca. De ellos, 13.400 son propiedad de los visitantes, 11.200 son de alquiler y 6.300 son transportados desde la Península. Por ello, y según el estudio, «la tasa de motorización disminuye en un invierno un 20%, al pasar a 355 automóviles por cada 1.000 habitantes».
El informe del Obsam también revela que en la Isla hay aproximadamente unos 4.200 pescadores aficionados que realizan unas 120.000 jornadas de pesca anual, es decir que cada pescador sale de pesca una media de 28,6 días anuales, mayoritariamente pesca con caña y volantín, y en menor grado pesca en curricán y fusil.
La presión se concentra alrededor de los puertos de Ciutadella y Maó, «y es fuerza estacional en el resto de la costa».
El Obsam también analiza el impacto de la pesca recreativa en el medio marino, para concluir que «la temporada alta que abarca de junio a septiembre tiene un efecto notable sobre las poblaciones de peces de las praderas de Menorca». Concretamente asegura que en una zona de presión observada de 480 jornadas anuales de pesca, se extrae del orden del 16% de la población de doncellas (Coris julis), el 10,5% de 'esparralls' (Diplodus annularis) y el 21,1 por ciento de la población de vacas (Serranus scriba).
Por su parte, según el Obsam la flota pesquera profesional en Menorca se ha disminuido en los últimos años, sobre todo de barcas de arte menor que han pasado de las 182 de hace 30 años a los 75 en 2003. Pese a ello la potencia de las barcas ha aumentado xcnsiderabelmente y el número de capturas se han mantenido más o menos estables en las 300 toneladas anuales.