The Ebro returns to be dredged in Zaragoza to allow navigability on the river

Sun, 28/06/2009

ABC

Dragado sí o dragado no. Esta es la última polémica generada en Aragón en torno al río Ebro. Mientras la Confederación Hidrográfica autoriza el dragado del río a su paso por la capital aragonesa para hacerlo navegable, los trámites burocráticos tienen prácticamente paralizada la limpieza del río aguas arriba. Una situación de «discriminación» que ha puesto en pie de guerra a los municipios ribereños. Localidades como Novillas, Pradilla o Gallur, casi todos los años sufren en sus cosechas, e incluso en sus viviendas, las drásticas consecuencias de las avenidas. Estos Ayuntamientos de la ribera alta del Ebro llevan años exigiendo y reivindicando un dragado, que minimizaría los daños de las riadas y evitaría las cuantiosas pérdidas económicas que esto supone. Saben que hasta que esta limpieza no sea efectiva su problema va a seguir existiendo. «La limpieza del cauce es la única solución, ya que disminuiría la altura del río y así las avenidas serían menos peligrosas», explica el alcalde de Novillas, José Ayesa. Ellos no logran entender cómo se puede dragar el río para que circulen unos «simples barcos» y no para evitar «verdaderas tragedias humanas». «Ver cómo se pierde tu cosecha, que es el sustento de tu familia, en un abrir y cerrar de ojos no se puede explicar», apuntó Ayesa. «Nos sentimos ninguneados y discriminados», concluyó el primer edil. Trabas burocráticas Desde la CHE, explicaron a ABC que «las singularidades» del Ebro en su parte alta no son las mismas que en Zaragoza por eso requiere de unos trámites burocráticos diferentes. En el caso de la capital aragonesa basta con un informe de viabilidad del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón. Un documento que no es vinculante, pero que ayuda a la Confederación a tomar la decisión. Sin embargo, en la ribera alta «no es tan fácil», ya que debido a sus características medio ambientales y al ser una zona protegida se necesita también la aprobación del Ministerio de Medio Ambiente. Los Ayuntamientos solicitaron formalmente el pasado mes de febrero esta limpieza del río, pero todavía no han obtenido respuesta. Navegabilidad del Ebro Mientras, el segundo dragado del río Ebro a su paso por Zaragoza es ya una realidad. Las máquinas ya han finalizado la limpieza del río y la navegabilidad por el Ebro vuelve a ser efectiva. Es el segundo año consecutivo que se draga el río para facilitar la navegación de los barcos, y en esta ocasión ha costado 15.000 euros. La navegación por el Ebro es uno de los proyectos estrella del Equipo de Gobierno de Belloch. Sin embargo, se trata de una iniciativa deficitaria, y según la oposición totalmente insostenible. La portavoz de los populares es el Ayuntamiento zaragozano, Dolores Serrat, señaló a ABC, que «estamos ante un proyecto que es un fracaso desde el punto de vista medio ambiental y desde el económico». Añadió que su partido no se opone a que el Ebro sea navegable, pero sí rechaza que esta navegabilidad se haga a cualquier precio. «Claro que me gustaría que el Ebro fuera navegable, pero no a costa del dinero de todos los zaragozanos y teniendo que dragar el Ebro todos los años». «Es totalmente insostenible». Desde el Ayuntamiento se ha apostado de forma firme y determinante por este nuevo medio de transporte. Pretenden hacer del Ebro la calle mayor de Zaragoza, convertirlo en el centro cultural de la ciudad y no están dispuestos a renunciar al proyecto. El año pasado se gastaron cerca de 900.000 euros en hacer posible esta navegabilidad y este año, las inversiones siguen siendo cuantiosas. «Es un lastre para el Ayuntamiento», denunció Serrat. Como ejemplo, cada pasajero que se monta en un barco le cuesta al Consistorio 20 euros, frente a los 20 céntimos que le supone cada uno de los viajeros de los autobuses urbanos. «Un capricho de Belloch que nos está costando muy caro a todos los ciudadanos», concluyó la portavoz popular.