La Comisión Permanente del Consejo Asesor del Agua de Extremadura comenzó ayer a trabajar de manera oficial en el proyecto de un posible trasvase al Segura desde el pantano de Valdecañas, ubicado en la cuenca cacereña del Tajo. De esta forma cobra carácter institucional la posibilidad de que el Ministerio de Medio Ambiente termine enviando agua potable a Alicante y Murcia desde Extremadura, liberando así de presión al complejo de embalses Entrepeñas-Buendía. Una posibilidad que rechazan los agricultores de la provincia, ya que al pantano de Valdecañas llegan, entre otras, las aguas residuales depuradas de Madrid. Los regantes alicantinos temen, por otro lado, que el hecho de que haya una nueva fuente de suministro de agua cargue de argumentos al gobierno de Castilla-La Mancha en su batalla por cerrar el trasvase.
Ayer, el consejero de Fomento, de Extremadura, José Luis Quintana, aseguró que la constitución de la comisión del Consejo Asesor del Agua tenía como objeto abordar el pliego de condiciones técnicas para el estudio de un posible trasvase desde Valdecañas. Quintana se mostró, no obstante, cauto, conocedor de la polémica levantada ante la posibilidad del trasvase extremeño al Segura. "No hay ningún tipo de trasvase desde Valdecañas sobre la mesa, pero sí que queremos hacer este estudio, que era un compromiso que teníamos", subrayó.
El objetivo es analizar las aportaciones de los pantanos cacereños de Valdecañas y Cedillo, cuantificar las demandas actuales y futuras, y calcular los posibles excedentes. El estudio analizará también "las posibilidades y la viabilidad que tendría desde el punto de vista técnico, económico, ambiental y social ese posible trasvase", explicó el consejero de Fomento.
Los trabajos tendrán en cuenta las necesidades extremeñas en un horizonte de 50 años en cuanto abastecimiento humano, regadíos, industria, energías alternativas, caudales ambientales, compromisos con Portugal y usos turísticos. Además, el estudio tendrá un "coeficiente minorador" por los efectos del cambio climático, basado en una serie más corta y otra más larga. La más corta estará determinada por las aportaciones efectuadas entre los años 1940 a 1980 y desde 1980 al 2008. El estudio analizará la evolución de la calidad del agua de los dos pantanos en distintos puntos intermedios.

Quintana ha manifestado que ya se lleva un tiempo trabajando sobre ese estudio y que ahora se trata de "recabar esta información".

El consejero, a pregunta de los periodistas, no ha establecido ningún plazo para la conclusión del informe.