The water has Yesa up to 75% less lime and other salts that Channel
Tue, 23/06/2009
El agua procedente del embalse de Yesa tiene hasta un 75% menos de sales disueltas y la mitad de materia orgánica que la del Canal Imperial. Esto supone que, aunque ambas se mezclen al 50%, el abastecimiento provisional y parcial con caudales del río Aragón va a mejorar considerablemente la calidad del suministro: nos niveles de cal y de otros compuestos minerales bajarán en torno a un 25%, y también disminuirá la cantidad de cloro necesaria.
Tal y como estaba previsto, los excedentes del sistema de riegos de Bardenas empezaron a llegar a a la potabilizadora de Casablanca a las 10.00 de ayer. Durante los próximos días, la proporción de agua de Yesa presente en los depósitos irá creciendo hasta alcanzar el 50% anunciado.
Conforme ese porcentaje aumente, la mejora se irá notando en los hogares. Fuentes municipales explicaron que en los barrios próximos a Casablanca el cambio será perceptible a partir del miércoles, mientras que las zonas más alejadas tendrán que esperar hasta el viernes o incluso al fin de semana. Pese a todo, el alcalde, Juan Alberto Belloch, ratificó que el Consistorio ya ha dado orden de que en dependencias municipales no se compren más botellas.
El laboratorio Cicap, especializado en el análisis de de aguas, ha ayudado a HERALDO a desglosar las principales diferencias entre los caudales de Yesa y los del Canal antes de su potabilización.
Turbidez
Siempre según los datos proporcionados por el Ayuntamiento de Zaragoza, las aguas del río Aragón tienen la cuarta parte de partículas en suspensión que las del Canal -33 miligramos por litro (mg/l) frente a 129-. Este parámetro está directamente relacionado con la turbidez del suministro, y aunque no afecta a la calidad del agua de boca porque esta se filtra, sí encarece la potabilización.
Materia orgánica
Parte de las partículas disueltas en los caudales pueden ser materia orgánica, pero los niveles de este tipo de sustancias se miden con otro parámetro: la oxidabilidad. Según los análisis del Consistorio, el agua de Yesa presenta la mitad de materia orgánica que la del Canal -2 mg de oxígeno por litro frente a 4,1-, lo que signfica que la mezcla de ambas permitirá reducir la cantidad de cloro incorporada a la red para oxidar esa materia orgánica.
Contaminación microbiológica
Al proceder de un río de montaña, en el Aragón prácticamente no hay contaminación microbiológica -la que producen los vertidos urbanos, los purines.-. Por el contrario, en el Canal se suelen medir niveles significativos de coliformes, estreptococos, salmonelas y otros agentes nocivos que obligan a intensificar la cloración.
Sales disueltas
El principal parámetro para medir la presencia de sales disueltas en el agua es la conductividad. Según los análisis del Ayuntamiento, la conductividad del agua de Yesa es hasta un 75% inferior a la del Canal Imperial -276 microsiemens por centímetro frente a 950, el límite está en 2.500-. Esto supone que la mezcla de ambas reducirá sensiblemente los niveles de calcio, sodio y otras sales que, además de dar sabor al agua y ser muy dañinas para los electrodomésticos, en algunos casos pueden resultar perjudiciales para la salud.
Otro parámetro que mide la presencia de sales disueltas es la dureza, que hace referencia al calcio y al magnesio. Los caudales del río Aragón son la mitad de duros que los del Canal -168 mg de calcio por litro frente a 317-.
Todos estos valores pueden variar de un análisis a otro, pero los resultados proporcionados por el Ayuntamiento de Zaragoza ofrecen otros datos muy llamativos: el nivel de sodio y de cloruros en el Canal es 12 veces superior al del agua de Yesa. En el caso del potasio se triplica, y en el del magnesio 'solo' se duplica.
Todas estas sales están presentes en el agua por las características de los suelos. No sucede lo mismo con los nitratos, unos compuestos cada vez más abundantes en los ríos debido a las escorrentías de los regadíos. En el Canal hay más del doble de nitratos que en el río Aragón.
Metales
La comparación de los análisis realiados en los caudales de Yesa y en los del Canal Imperial muestra que en este último la presencia de metales también es superior: sucede con el manganeso -17,6 microgramos por litro frente a 0,71-, el hierro -95 por 70-, el cobre -1,2 por 0-, el plomo -1,78 por 0,1-. En todos los casos se trata de niveles muy alejados de los valores límite y que por tanto no entrañan ningún peligro.
Tal y como estaba previsto, los excedentes del sistema de riegos de Bardenas empezaron a llegar a a la potabilizadora de Casablanca a las 10.00 de ayer. Durante los próximos días, la proporción de agua de Yesa presente en los depósitos irá creciendo hasta alcanzar el 50% anunciado.
Conforme ese porcentaje aumente, la mejora se irá notando en los hogares. Fuentes municipales explicaron que en los barrios próximos a Casablanca el cambio será perceptible a partir del miércoles, mientras que las zonas más alejadas tendrán que esperar hasta el viernes o incluso al fin de semana. Pese a todo, el alcalde, Juan Alberto Belloch, ratificó que el Consistorio ya ha dado orden de que en dependencias municipales no se compren más botellas.
El laboratorio Cicap, especializado en el análisis de de aguas, ha ayudado a HERALDO a desglosar las principales diferencias entre los caudales de Yesa y los del Canal antes de su potabilización.
Turbidez
Siempre según los datos proporcionados por el Ayuntamiento de Zaragoza, las aguas del río Aragón tienen la cuarta parte de partículas en suspensión que las del Canal -33 miligramos por litro (mg/l) frente a 129-. Este parámetro está directamente relacionado con la turbidez del suministro, y aunque no afecta a la calidad del agua de boca porque esta se filtra, sí encarece la potabilización.
Materia orgánica
Parte de las partículas disueltas en los caudales pueden ser materia orgánica, pero los niveles de este tipo de sustancias se miden con otro parámetro: la oxidabilidad. Según los análisis del Consistorio, el agua de Yesa presenta la mitad de materia orgánica que la del Canal -2 mg de oxígeno por litro frente a 4,1-, lo que signfica que la mezcla de ambas permitirá reducir la cantidad de cloro incorporada a la red para oxidar esa materia orgánica.
Contaminación microbiológica
Al proceder de un río de montaña, en el Aragón prácticamente no hay contaminación microbiológica -la que producen los vertidos urbanos, los purines.-. Por el contrario, en el Canal se suelen medir niveles significativos de coliformes, estreptococos, salmonelas y otros agentes nocivos que obligan a intensificar la cloración.
Sales disueltas
El principal parámetro para medir la presencia de sales disueltas en el agua es la conductividad. Según los análisis del Ayuntamiento, la conductividad del agua de Yesa es hasta un 75% inferior a la del Canal Imperial -276 microsiemens por centímetro frente a 950, el límite está en 2.500-. Esto supone que la mezcla de ambas reducirá sensiblemente los niveles de calcio, sodio y otras sales que, además de dar sabor al agua y ser muy dañinas para los electrodomésticos, en algunos casos pueden resultar perjudiciales para la salud.
Otro parámetro que mide la presencia de sales disueltas es la dureza, que hace referencia al calcio y al magnesio. Los caudales del río Aragón son la mitad de duros que los del Canal -168 mg de calcio por litro frente a 317-.
Todos estos valores pueden variar de un análisis a otro, pero los resultados proporcionados por el Ayuntamiento de Zaragoza ofrecen otros datos muy llamativos: el nivel de sodio y de cloruros en el Canal es 12 veces superior al del agua de Yesa. En el caso del potasio se triplica, y en el del magnesio 'solo' se duplica.
Todas estas sales están presentes en el agua por las características de los suelos. No sucede lo mismo con los nitratos, unos compuestos cada vez más abundantes en los ríos debido a las escorrentías de los regadíos. En el Canal hay más del doble de nitratos que en el río Aragón.
Metales
La comparación de los análisis realiados en los caudales de Yesa y en los del Canal Imperial muestra que en este último la presencia de metales también es superior: sucede con el manganeso -17,6 microgramos por litro frente a 0,71-, el hierro -95 por 70-, el cobre -1,2 por 0-, el plomo -1,78 por 0,1-. En todos los casos se trata de niveles muy alejados de los valores límite y que por tanto no entrañan ningún peligro.