«La pérdida de biodiversidad es alarmante», «la contaminación de las aguas es reconocida incluso por la Administración andaluza»; el lince está «al borde de la desaparición», y hay «un crecimiento urbanístico descontrolado. Lo que antecede son alguna de las denuncias recogidas por el Club Doñana, entidad a la que pertenecen expertos en medio ambiente y ex miembros del Patronato del Parque Nacional. Denuncias incluidas en un informe remitido a la UE, la Unesco, el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y el Convenio de Ramsar en el que se subraya la situación «crítica» del espacio natural. El informe está suscrito, entre otros, por el investigador Javier Castroviejo; el biólogo Javier Hidalgo, y los abogados Alfonso del Castillo, Purificación González de la Blanca y Jesús Vozmediano, este último promotor y portavoz del Club Doñana. Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera son algunos de los reconocimientos internacionales que posee Doñana, un espacio natural que a juicio de estos expertos sufre numerosos problemas. As, se destaca de forma especial la ampliación y construcción de nuevas infraestructuras en la comarca, como la circunvalación de la aldea de el Rocío, o la proyectada Puerta Norte a la entrada de Matalascañas; la extracción masiva de aguas subterráneas; el crecimiento urbanístico descontrolado en pueblos de la comarca, y espcialmente en El Rocío; la destrucción y alternación de hábitats, y la confusión jurídico-administrativa a cuenta de la gestión de Doñana, ya en manos de la Junta. Especial atención se presta en el informe a la situación de la marisma y los ecosistemas acuáticos, por causas tales como las obras hidráulicas y dragados del Guadalquivir, la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, la colmatación, la catástrofe de Aznalcóllar o la invasión de organismos exóticos. Incumplimientos El documento resalta que la situación de Doñana y su entorno no debe sorprender a nadie, un estado al que se ha llegado, dice, «tras un prolongado y reiterado incumplimiento de muchas de las normas» que lo protegen. Por ello, el Club entiende que «la intervención decidida de los organismos internacionales y de la sociedad civil parece constituir la principal, si no la única, posibilidad de detener el proceso de degradación de Doñana e iniciar su recuperación». A partir de ahí, el Club reclama a los organismos internacionales medidas comunes, como son inspecciones y auditorías imparciales de la zona, y que se inste al Gobierno de España «a paralizar cualquier actuación o intervención mientras no se clarifique suficientemente los impactos y conveniencia ponderada de su continuidad». Se exige asimismo a cada uno de los destinatarios ancias actuaciones particulares. como es instar a las autoridades españolas al cumplimiento de las normativas. El club, que solicita le sean notificadas las iniciativas que se impulsen y que también se le tenga por parte interesada, propone asimismo una serie de medidas de «castigo» en el caso de que persistan los, a su juicio, incumplimientos y continúe deterioro del espacio natural protegido. Así, es partidaria de paralizar la financiación destinada al territorio «mientras no haya garantías del correcto empleo de los fondos». Defiende también que se elimine a Doñana de la lista de Sitios Patrimonio de la Humanidad y de la relación de Reservas de la Biosfera si en el plazo de un año se incumplen los planes establecidos. Y que pierda el Diploma del Consejo de Europa.